Revista Cocina
CON MÉTODO DE COSECHERO Y CATEGORÍA DE UN BUEN RIOJA
El método de la maceración carbónica no es exclusivo del Beaujolais francés, sino que se viene llevando a cabo en La Rioja desde tiempos pretéritos. Se han hallado tinas de maceración excavadas en la roca viva, dentro excavaciones en antiguas explotaciones agrícolas romanas.
Esencialmente consiste en introducir los racimos de uva enteros y sin pisar en el depósito de fermentación, con lo que más que una fermentación alcohólica propiamente dicha, se produce una reacción enzimática del grano de uva a nivel intracelular, todo ello enfocado a ser los primeros vinos que salen al mercado.
En el vino que nos ocupa, el proceso es el siguiente:
Se introduce en el depósito el racimo entero y sin estrujar y se cierra, sustituyendo el aire que contenga por CO2. Parte de la uva se aplasta por el peso y comienza la fermentación alcohólica, con lo que se produce más CO2, provocando una reacción carbónica y anaeróbica, en la cual las bayas que permanecen enteras dejan de respirar y fermentan intracelularmente, hasta que acaban reventando, subiendo la temperatura del depósito, que se regula a unos 28ºC. Pasados entre 8 y 10 días, la pasta obtenida se prensa y el mosto obtenido se pone a fermentar nuevamente en el depósito para que acabe la vinificación.
Estos vinos, si se elaboran de cualquier manera, suelen dar como resultado productos baratos y de dudosa calidad que tienen un perfil de consumidor muy concreto y localizado en la zona noreste de la península y cuya vida (la del vino, no la del consumidor) no va más allá de 5 ó 6 meses.
Cuando alguna bodega de prestigio se decide a llevar a cabo un vino de estas características, además de una mayor vida media, se reviste de una calidad y unas características singulares, que los convierten en una auténtica curiosidad enológica, muy agradable al paladar y con cierta seriedad. Por supuesto sin que por ello deje de ser un producto efímero donde lo que prima es congelar el momento y atrapar en la botella esa fruta y esas flores que adquieren así su máxima expresividad, pero manteniendo a su vez una lucha infructuosa contra el tiempo.
A finales de abril probé en una feria el Luberri de maceración carbónica del 2009, sin mucho entusiasmo dada la altura del año, y puedo dar fe de que esa lucha a la que me refiero todavía no está perdida en este vino, lo que no deja de ser asombroso, si se piensa que debió salir al mercado a finales de noviembre o primeros de diciembre. Fue bonito disfrutar casi al comienzo del verano alicantino, de las sensaciones propias de la fiesta de la vendimia riojana.
Por cierto, quiero mencionar la profesionalidad y la franqueza del representante de la bodega, Miguel Munar, con el que sostuve una animada e instructiva conversación, de la que se desprende su amor por los vinos y una filosofía dada por la experiencia, donde lo que prima no es el vender cualquier cosa de cualquier manera, sino hacerlo con respeto por el producto e incluso por el de la competencia. Como casi siempre digo y no me importa repetirme, sigue habiendo buena gente haciendo grande el mundo del vino.
NOTAS DE CATA
Vista. Negro ciruela con ribete azulado muy estrecho y denso de color, de capa muy alta. Lágrima fluida y corta pero bastante coloreada.
Nariz. Intensidad aromática alta, con profusión de futas rojas (sobre todo fresa y ciruela) y gominolas de mora. Tras el primer envite frutal, entran en juego los florales con una enorme carga de lirios, violetas y lilas. El alcohol se hace notar algo cuando se oxigena la copa, dando sensación olfativa de licor de cassis.
Boca. Entrada algo amable y bastante fresca, manteniendo una buena acidez. El paso es lineal y fluido, ligeramente astringente por la tanicidad de la extracción, pero sin llegar a “raspar”. El centro de boca se presenta licoroso y frutal, con buena carga de golosinas y fresas maduras, bien ligadas en retronasal por florales y alguna nota láctica. Posgusto largo, con algún amargor y una acidez marcada, teniendo recuerdos de hollejo maduro.
Lo serviría a una temperatura de unos 16ºC. y lo maridaría con quesos de pasta cruda tipo torta del casar o en su defecto algún brie o camembert. Periodo de consumo: no dejaría entrar demasiado el verano, aunque visto lo visto y bien conservado, puede aguantar el tipo hasta la próxima cosecha.
Tipo de vino: Tinto joven de maceración carbónica.
D.O./Zona: Rioja Alavesa.
Grad. Alc.: 13,5º.
Variedades: 95% tempranillo y 5% viura (tradicional pincelada blanca en el tinto cosechero).
Precio aprox.: 6 €.
Bodega: Luberri (Monje Amestoy). Camino de Rehoyos s/n. 01.340 El Ciego (Álava). Tlf. 945 60 60 10.
Mail: [email protected].
Web: www.luberri.com.