Hoy coincidiendo con la despedida de este cálido julio disfrutaremos, o sufriremos, eso allá cada cual, de luna llena. Para los supersticiosos, para los amantes de los ciclos lunares es un acontecmiento mensual que tiene su importancia.
Y hoy también en embolica nos aprovechamos de este hecho para sacarnos de encima un post, una entrada que es la última pre-vacacional y que rendirá tributo musical a nuestro entrañable satélite.
Muchas son las canciones que hablan de la luna, perseguir la luna, buscar la luna, ser hijo de la luna, lunas que saben a poco, pedir la luna (o mejor no pedirla), luna de miel (o miel de luna que diría Cruyff y JuanRa), lunas a las que se ve el ombligo, reflejos de luna...
Y eso sin entrar en otros idiomas donde la sombra de la luna, tintarellas di lunas, bailes de luna.
Músicos de todos los colores, de todas las épocas, de todos los estilos han rendido homenaje al misterio de la luna, al influjo de la luna, y es que tiene ella algo de mágico, algo de misterioso, algo de sentimiento... Vamos, ideal para recrearse en ella, ya en su contemplación (mejor acompañad@), ya en la música que ella inspira, ya en esos poemas que rinden tributo al satélite.
Pues eso, que sin luna no somos nada y lo somos todo.
Y ahí va mi tributo hacia tan bella dama, que en mi caso, por falta de talento, consistirá en compartir la genialidad de algunos de estos artistas que se han aprovechado de ella para hacernos con su arte un poquito mejores.
Un cuadro:
1835. Turner, "Transportistas de carbón en gabarras descargando de noche al claro de la luna"
Una poesía:
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Federico García Lorca Romance de la luna (Romancero gitano)
Una canción:
"hazme encontrar el camino, luna de agosto"
Y una lista de spotify: