Revista Historia
Hipócrates “Alguien de quien se apodera el terror, la locura y el miedo en la noche es porque es visitado por la diosa de la Luna”
“Vaya, hoy hay luna llena”. Este es un lamento recurrente entre policías y personal de urgencias en hospitales, a los que les toca trabajar durante el turno de noche. El plenilunio o Luna llena es la fase lunar que se produce cuando la Luna recibe, en toda su superficie, la luz del Sol y, desde la Tierra, se ve la esfera completa. Es decir, la Luna está toda 'llena' de luz solar.
El origen de esta creencia. Antiguo como el hombre.Los mitos y leyendas que envuelven a Selene, antigua diosa lunar que recorría el cielo en un carruaje de plata tirado por dos caballos, aún perduran a día de hoy. Aristóteles fue el primero en afirmar que la Luna llena producía alteración en el cerebro, debido a que este astro iluminaba las noches y no permitía el descanso, privando el sueño a las personas y mermado su humor. Plinio El Viejo sostenía que la luna llena influía en el cerebro, provocando crímenes y actos de violencia. ¿El motivo?. Este es el órgano más “húmedo” del ser humano. Según creías, si el satélite influye sobre las mareas, podría actuar también sobre esta parte del cuerpo.
No obstante, el presidente de la Asociación Astronómica de España, Miguel Gilarte, destaca que "no se ha demostrado relación entre la Luna y el comportamiento del hombre". Y recuerda que, aunque la fuerza de gravedad de la Luna -la atracción que provoca respecto a la Tierra- es capaz de desplazar el agua de los océanos, originando la subida y bajada de las mareas, no hay estudios fundamentados sobre la influencia del satélite en personas, animales o plantas.
Algo en lo que coincide el astrónomo George Abell, que sostiene que "un mosquito posado en nuestro brazo ejerce una fuerza gravitacional mayor que la Luna".
¿Se cometen más delitos con la Luna llena?. Lo que nos queramos creer.El insomnio y el estrés podrían ser los primeros efectos de la Luna llena. Eso dedujo un equipo de investigadores de la Universidad de Basilea, Suiza. Su estudio, publicado en la revista científica 'Current Biology', aseguraba que las personas tardaban cinco minutos más en conciliar el sueño durante el plenilunio y despertaban 20 minutos antes de los habitual. Según el psiquiatra Ángel Hebrero, durante la Luna llena el cerebro está "más predispuesto a la actividad". Por este motivo se puede tener mayor dificultad para dormir: "Se activan una serie de neurotransmisores que hacen que el individuo tenga ganas de hacer más cosas".
Pero la comunidad científica no se pode de acuerdo sobre la Luna y las personas. El científico y profesor de la Universidad de California -EE.UU-, Jean Luc Margot, acusó a sus colegas de elaborar informes sesgados, tendenciosos. ¿Por qué? Como se piensa que la Luna llena desata la violencia, los acontecimientos trágicos que ocurren estas noches se asocian a ella... mientras que si el mismo suceso sucede otra noche, no se tiene en cuenta. Por ejemplo, en el año 1982, investigadores de la Universidad de Sao Paolo - Brasil-, se percataron del incremento de accidentes de tráfico durante la Luna llena. En lo que no se fijaron fue que las noches de Luna llena de su estudio coincidían con los fines de semana, cuando tradicionalmente hay más accidentes, con independencia de la fase lunar.
De momento, no se ha demostrado una relación entre violencia y Luna, pero si se habla de una posible justificación de delitos. En la Inglaterra Medieval, los acusados de asesinato podían ver reducida su pena si habían cometido el crimen durante esa fase lunar. "Algunas personas beben alcohol para autoconvencerse de que sus crímenes han sido ejecutados sin su voluntad. Si piensas que la Luna desata la violencia, ¿por qué no culpar al satélite?", cuestiona María José Castañón, profesora de Criminología de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid.
También es famoso el caso Bethlem, una célebre hospital mental londinenese, donde encadenaban a los pacientes a sus camas, como medida preventiva, durante las noches de Luna llena. Pero no hace falta retroceder siglos atrás: en la actualidad, la Real Academia Española recoge en su diccionario la palabra 'lunático' como aquella persona "que padece locura, no continua, sino por intervalos".
Leyenda del hombre lobo.La locura no es el único mito relacionado con la Luna llena. La licantropía o leyenda del hombre lobo, es, seguramente, el mito más universal de todos ellos. Algo que se refleja, incluso, en el cine, con películas protagonizadas por estos personajes. Que se convierten en éxitos de taquilla, como ' De pelo en pecho' -1985- 'Lobo' -1994- o la saga 'Crepusculo' - De 2008 a 2012-. Una leyenda que, según el Criminólogo Luis Miguel Sánchez, “no es más que una metáfora de lo que supone el tímido e imperceptible poder de la Luna, capaz de liberar a la 'bestia' que todos llevamos dentro”.
El hombre lobo español.El español Manuel Blanco Romasanta fue el protagonista de una sentencia histórica en nuestro país, que jamas se ha vuelto a repetir. Según la causa Nº 1778, fue enjuiciado como hombre lobo, en un archivo clasificado en su portada como Licantropía.
El 'hombre lobo gallego' nació en 1809 en Regueiro, una humilde aldea de la provincia de Orense. Alli, Romasanta llevó una vida normal y corriente, hasta que la muerte de su esposa le hizo cambiar de vida y dedicarse a la venta ambulante de ungüentos. Unos ungüentos que, según los lugareños de los sitios por los que pasaba, estaban hechos con grasa humana, lo que hizo que su mala fama fuera extendiéndose por Galicia como la pólvora. Las autoridades comenzaron a buscarle, hasta que lo detuvieron en Toledo. Fue acusado del asesinato de un alguacil cerca de Ponferrada - Leon-, pero consiguió escapar de la cárcel y refugiarse durante varios meses en Ermida, un pueblo portugués abandonado. Desde allí se trasladó a Rebordechao - Orense-, donde se ganó la confianza de la población local. Una vez asentado en el pueblo, Romasanta retomó su carrera criminal, con los bosques de Redondela y Argostios como escenario de hasta nueve asesinatos de mujeres y niños hasta que, despúes de tres años, fue capturado en Nombela -Toledo-, y juzgado en Allariz -Orense-.
Su declaración.Durante el juicio, Romasanta sorprendió y asusto a los presentes con la siguiente declaración: “La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas... porque teníamos hambre.”
La condena.El 6 de abril de 1853, Romasanta fue condenado a morir en el garrote vil y a pagar una multa de 1000 reales por víctima -poco más de un euro actual-. Pero la historia de este asesino en serie español que se convertía en lobo no termina aquí. Mr. Philips, un hipnólogo francés pidió a la Reina Isabel II que revocase la sentencia a muerte por la de cadena perpetua. El motivo para justificar tal petición no era otro que poder curar a Romasanta de su 'licantropía', algo a los que la Reina accedió.
No obstante, hay varias hipótesis sobre su muerte, si bien las últimas investigaciones apuntan al fallecimiento de Romasanta en la cárcel de Ceuta a causa de un cáncer de estomago, en 1863.
Una hechos merecedores de una película. La vida de este asesino en serie sería llevada al cine, en 2004, con la película 'Romasanta. La caza de la bestia' dirigida por Paco Plaza y protagonizada por Julian Sands, Elsa Pataky y John Sharian.