Aunque hoy tengamos un día de esos que por capricho de la primavera sea gris y lluvioso, le daremos color de otra manera. Visitamos una preciosa casa de campo en la que se han mantenido las paredes de piedra para dar calidez a los blancos muros. Los suelos cerámicos han sido recuperados en algunas zonas de la casa y dibujan un bonito mosaico. La forma original de las ventanas pintadas de azul, imponen más aún el clima mediterraneo.