Luz y color en el concierto de 17 Hippies en el Territorios Sevilla 2012

Hacia las once y media de la noche del sábado las inmediaciones del escenario de la Cadena Ser se encontraban prácticamente desiertas. Unos pocos curiosos que deambulaban por la zona y los concentrados en la zona de la barra sumaban una escasa treintena de personas. 17 Hippies salía al escenario con cara de extrañeza y desmotivación, sin embargo, no dudaron en comenzar su actuación a la hora fijada. Nada de retrasos, su música intercultural se encargaría de atraer a la gente cual flauta de Hamelín. Y, al igual que la leyenda alemana, las notas musicales funcionaron. Claramente se mostraba que tienen una larga trayectoria sobre las tablas. Los conciertos por toda Europa ante miles de personas son la mejor baza que pueden presentar sobre la mesa para alguien que no los conozca. Y es que 17 Hippies comenzó en Berlín allá por 1995 cuando apenas eran tres sus músicos. Sin embargo, poco a poco el grupo fue creciendo llegando incluso hasta los treinta componentes (¡!) Aunque al Territorios Sevilla 2012 acudieron doce. Todos ellos con un mismo protagonismo y al cargo de un instrumento. Acordeones, guitarras, timbales, violines,… todo cabe dentro de su música. Un estilo mestizo cargado de ritmos que provienen de los Balcanes, de Rumanía, de Alemania, de Israel, de Marruecos e incluso compases propios de la rumba catalana. Sus canciones inspiran vitalidad, fantasía y riqueza cultural. Pero no solamente es la actuación musical sino que una cuidada puesta en escena acompañaron a todas y cada una de las canciones. De tal forma que el grupo rotaba para que la primera fila estuviera representada por aquellos componentes que tenían un especial protagonismo en la canción de turno. Así no hay distinciones dentro de la banda, unos importantes y otros no tantos. Aunque ello no quite que dos sean los líderes de la agrupación: Christopher Blenkinsop (voz, guitarras y ukelele) y Kiki Sauer (voz y acordeón). Tras algunos años de altibajos, desde 2002 volvieron a la carga poniéndole banda sonora a películas como Halbe treppe y en proyectos paralelos de otros grupos. La viveza y el ritmo fueron los encargados de llenar el espacio en poco más de un cuarto de hora. Hacia las en punto no cabía un alfiler en el lugar y los presentes saltaban, levantaban los brazos y hacían de coro en Biese Bouwe. Adieu puso la nota melancólica y reflexiva para, poco a poco, ir in crescendo a través de El Dorado y culminar con una impresionante Ton Étrangère que, timbales en posición, retumbaron las paredes y pusieron los pelos de punta a los presentes con esta canción cargada de energía y ritmo que se adentra en el cuerpo. La gente se entregó y los artistas supieron agradecerlo. Hicieron sus pinitos con el español y animaban a los presentes a tocar las palmas, a bailar y a vociferar en todas y cada una de las canciones. Se ganaron al público con la broma del clima en Sevilla: “nos dijeron que aquí hacía mucha calor, pero estamos muertos de frío”. No era para menos, la noche se antojaba extraña para los días estivales que precedieron. Conforme pasaba la noche los ánimos iban a más. El público perdía el sentido con Uz y con Frau von ungefähr, los dos grandes éxitos de la banda alemana. De hecho, a poco supo la hora y cuarto de concierto a pesar de que apenas había pausas entre las canciones. La petición popular de un bis no se vio satisfecha por el encorsetado de los horarios, la mesa de The Bug se apropió del escenario y el público, cautos ante una posible reaparición, desistió en la espera y marchó en busca de otros grupos. Puedes ver más fotografías de la actuación de 17 Hippies en nuestro álbum de Flickr. Juanjo Sánchez Filed under: Música