Macarrones gratinados con espinacas y bacon

Por Mila Garcia Garcia

Una receta sencilla para esos días en que no sabes que poner de comer y tienes en la nevera o en el congelador unas espinacas, una receta de fondo de frigorífico ya que todos tenemos bacon y queso en el nuestro.

En temporada de espinacas me gusta comprar un par de manojos en el mercado de los Jueves, las lavo y las salteo ese mismo día para que no pierdan frescura, no suelo cocer las espinacas ya que entonces pierden mucho sabor y cogen demasiada agua, es muy importante lavarlas varias veces para que no tengan tierra, también si es posible pasarlas por la centrifugadora de verduras para quitar el exceso de agua. Una vez las tengáis un poco salteadas las podéis usar en cualquier receta, o congelarlas para otra vez.

Si tenéis ya las espinacas salteadas el tiempo de preparación de la receta es bastante pequeño.

Ingredientes:

400 gr de macarrones

2 manojos de espinacas salteados

1 paquete de bacon (150 gr)

1 cebolla

2 dientes de ajo

2 cucharadas soperas de harina

½ litro de leche

50 gr de queso parmesano

150 gr de queso para gratinar (al gusto de cada uno)

4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra

Sal, pimienta, nuez moscada.

Partir los ajos en trocitos pequeños, hacer lo mismo con la cebolla y con las espinacas salteadas.

Poner a calentar el aceite en una sartén honda, dorar los ajos, antes de que se quemen añadir la cebolla con un poco de sal y pimienta, bajar el fuego y dejar pochar hasta que empiece a tomar color. Incorporar el bacon, dejar cocinar un par de minutos, añadir la harina y la nuez moscada, dar unas vueltas para que se cocine un poco, ir añadiendo la leche moviendo sin parar para que no salgan grumos, cocinar hasta que espese un poco. En este punto añadimos las espinacas y el queso parmesano rallado, mezclamos bien y reservamos.

Cocemos la pasta según indique el fabricante o según vuestro gusto, una vez cocida escurrimos y pasamos a la sartén con la salsa, mezclamos bien y pasamos a una fuente que pueda ir al horno.

Rallamos el queso por encima y llevamos al horno a gratinar hasta que el queso esté dorado, servimos.

Espero que os guste, en casa les encantó, como era bastante cantidad las sobras se las comieron al día siguiente.