Recomendaciones previas: los billetes de tren / entrada a Machu Picchu / subida a las montañas de Machu Picchu: hay que cogerlo con la mayor antelación posible, ya que pueden agotarse, especialmente en temporada alta. La comida y bebida en Machu Picchu es muy cara (botella pequeña de agua, 3$); por lo que recomendamos que os lo llevéis de casa.
¿Cómo llegar a Machu Picchu? Hay varias formas; nosotros elegimos la opción 3:
Opción 1: Lo más habitual es que los visitantes se hospeden en el pueblo de Aguas Calientes, que es el ”pueblo base” de Machu Picchu, lo más cerca que uno puede dormir de las ruinas. Lógicamente, es un pueblo dedicado al turismo, con una enorme oferta hotelera y de restauración. El pueblo de Aguas Calientes se encuentra en el valle, mientras que Machu Picchu está en lo alto de las montañas, por lo que, aunque te alojes en este pueblo, tendrás que coger el bus que te sube los 8 km de distancia. Es el bus más caro de la historia, ya que un trayecto de solo 8 km cuesta 14$ ida y vuelta. Este bus se coge a la altura del puente del pueblo, y se compra allí directamente. Esta opción es muy cómoda, pero nosotros no lo hicimos porque no queríamos quedarnos en un pueblo tan turístico.
Opción 2: ir desde Cusco y volver en el mismo día,. La única forma de acceder a Machu Picchu (o sea, a Aguas Calientes) es vía tren, y la única empresa concesionaria para hacer este trayecto es Peru Rail (http://www.perurail.com). El trayecto de Cusco a Machu Pichu tiene una duración de 4:15 horas, a mi parecer, es bastante paliza, así que tampoco elegimos esta opción. Una vez en Aguas Calientes, habrá que coger el mismo bus que la opción 1.
Opción 3: ir desde Ollantaytambo y volver en el mismo día, que es la opción que nosotros elegimos. La única forma de acceder de nuevo era en tren de Peru Rail (http://www.perurail.com); el trayecto desde Ollanta es más corto, dura 2 horas. Es importante comprar los billetes en la página con antelación, ya que en las horas punta suelen agotarse rápido o subir mucho de precio. El precio del billete es carísimo, 70$ por persona ida y vuelta (ir a Machu Picchu es un sin fin de soltar billetes), pero obviamente, no vas a dejar de ir. Hay distintos tipos de tren, os recomendamos que, por un poco más de dinero, cojáis el tren que se llama Vistadome, (podéis ver fotos aquí https://www.perurail.com/es/vistadome), que tiene acristalado también el techo, por lo que el trayecto es espectacular. Si elegís esta tercera opción como nosotros, tenéis que tener en cuenta que a primera hora de la mañana en Ollanta se montan unos atascos espectaculares de toda la gente que viene en coche/taxi a coger el tren. Si dormís en el pueblo tal cual, no hay problema, ya que vais hasta la estación de tren andando (el pueblo es pequeño y la estación está céntrica); pero si como nosotros, tenéis que coger el coche para llegar, id con tiempo suficiente para aparcar etc (hay parking al lado de la estación, más billetes que soltar). Igual que en las dos primeras opciones, una vez el tren llegue a Machu Picchu, tendréis que coger el bus que os sube a las ruinas.
¿Cuanto tiempo dedicar? Un día entero. Ya elijáis la opción 1, 2 o 3 para llegar, el tiempo que debéis reservaros para visitar las ruinas es de un día.
¿Qué hacer en Machu Picchu?
– Disfrutar del trayecto en tren hasta Machu Picchu
– Maravillarse con las ruinas de Machu Picchu
– Escalar el Cerro Machu Picchu o el Huayna Picchu
– Visitar pueblo de Aguas Calientes
- Disfrutar del trayecto en tren hasta Machu Picchu.
El propio trayecto de Ollantaytambo a Machu Picchu ya es una maravilla. Especialmente si viajas como nosotros, en el tren Vistadome, con el techo también acristalado. El tren discurre paralelo al río, que en esta época del año es muy caudaloso por el deshielo; y entre las montañas y valles. En el tren te dan una bebida, un bocatín y una pieza de fruta.
- Maravillarse con las ruinas de Machu Picchu
Cuando volví de mi viaje a Perú, me preguntaron: ¿impresiona tanto Machu Picchu, o te lo esperabas mejor después de oir hablar tanto de ello? Y la respuesta es que impresiona mucho más de lo que esperaba, superó todas mis expectativas. Ya cuando íbamos subiendo en el autobús desde Aguas Calientes estaba nerviosa pensando en lo que me iba a encontrar, pero es que cuando llegamos… Wow! No hay palabras. Realmente es sobrecogedor, impresionante. No son sólo las ruinas, sino sobre todo el enclave, entre todas aquellas inmensas montañas llenas de vegetación que encierran Machu Picchu como un tesoro. Aparte del pueblo quechua, nadie conocía de la existencia de Machu Picchu. Hasta 1911, cuando el historiador Hiram Bingham fue acompañado a las ruinas por unos lugareños, que por aquella época estaban totalmente cubiertas de vegetación. Años más tarde, en 1915, se finalizó la ardua tarea de limpieza y se descubrió el Camino Inca. Actualmente, una media de 2.500 personas diarias visitan Machu Picchu. Lo ideal sería tener un guía que te explique las ruinas, aunque nosotros nos conformamos con la información que teníamos de las distintas zonas: los Baños Ceremoniales, la Cabaña del Guardián de la Roca Funeraria (excelente mirador); el Templo del Sol, la Plaza Sagrada, la Casa del Sacerdote, el Templo de las Tres Ventanas, las Prisiones… Hicimos cientos de fotos, incluso desde la misma perspectiva, pero es que es taaaan bonito…
- Escalar el Cerro Machu Picchu o el Huayna Picchu
Hay dos montañas que podéis subir en Machu Picchu, y ambas tienen acceso limitado, por lo que tendréis que elegirlo en el momento de comprar los tickets de Machu Picchu (hay una opción que te dice si quieres incluir alguno de estos 2 ascensos). El más conocido es el ascenso a Huayna Picchu, que es la montaña que aperece detrás de las ruinas en la típica estampa de postal. Nosotros, cuando fuimos a coger esta opción, ya estaba agotada, por eso elegimos finalmente la subida al Cerro. La subida al Huayna Picchu supone entre 45-90 minutos, pero se desaconseja a aquellas personas que padezcan vértigo. Si bien no tiene dificultad técnica, es ascenso se realiza por un camino escarpado, en ocasiones suspendido. Nosotros elegimos la opción del Cerro Machu Picchu, y cuando buceamos en internet en busca de información, nos sorprendió gratamente que la mayoría de las ocasiones (incluso en Lonely Planet), se comentaba que el camino y las vistas desde el Cerro eran más espectaculares que desde Huayna, igual que nos confirmaron varios guías que conocimos en el tren. La subida al Cerro es un poco más larga, entre 1:30 h – 2 h, y se puede acceder máximo hasta las 11:00. Nosotros fuimos con calma, y tardamos 2 horas, ya que hicimos bastantes paradas para admirar las espectaculares vistas de las ruinas, que veíamos cada vez a más distancia. La parte final fue muy cansada, pero reconozco que yo, mucho fondo no es que tenga. En la última etapa también hubo ocasiones en las que tuve bastante vértigo (y eso que pensé que no tenía!), pero desde luego merece la pena el esfuerzo. Cuando llegas a la cima (3.082 m de altura), las vistas son impresionantes, parece que estás en lo alto del mundo, con las diminutas ruinas de Machu Picchu a tus pies.
- Visitar pueblo de Aguas Calientes
Una vez bien vistas las ruinas, alrededor de las 17:00 h, bajamos al pueblo de Aguas Calientes, que estuvimos visitando hasta las 18:30 h que salía nuestro tren de vuelta a Ollanta. No tiene mucho que ver culturalmente hablando, pero está agradable para da una vuelta y ver el mercadillo de artesanía. Hay un mercado local de alimentos muy curioso, para aquellos que como a mí, os gusten los mercados locales.
¿Dónde alojarse en Machu Picchu? Como comentaba en el apartado ”¿Cómo llegar a Machu Picchu?”, nosotros elegimos la opción de ir y volver desde Ollantaytambo, por lo que nos hospedamos en el mismo hotel que en el Valle Sagrado:
- Casa Andina Private Collection Valle Sagrado.