Mad Max. Clara y directa

Hay un par de asuntos que George Miller, director de las cuatro entregas, deja claro en su nueva Mad Max: lo importante y necesario es la gasolina, el agua y la leche materna. La nueva entrega de Mad Max es clara y directa como una explosión en la cara. Nadie puede reprocharle que no ha enseñado las cartas desde el primer minuto (y que no se guarda un as en la manga en cada nueva secuencia). Pese a ser violenta, sanguinaria y en ocasiones de muy mal gusto es una película a defender en un panorama que no hace más que entregar anestésicos en formato de acción.

Fury road es una bendita locura, directa y ruidosa. Carreras de camiones tuneados con mucho ¿ruido? No es ruido, es diseño de sonido perfectamente acoplado a la música, como enganchado a la parte trasera del camión está el rockero rojo de la película. Es sin lugar a dudas una película para escucharse con los ojos cerrados. En 3D no he podido verla pero según cuentan es una delicia.

¿Y tanto adjetivo y alabanza para una película plana, sin pretensiones y de pura explosión de gasolina? Sí. Hay películas de acción que se enredan en explicaciones, en cine serio que quiere dar lo que no tiene o al menos simularlo. En Mad Max Fury Road todo -absolutamente todas las reglas del juego- están en la primera escena: un hombre atormentado por su pasado, esclavo de su presente sin futuro en un mundo desertico en donde los malos gobiernan. No hacen faltan preambulos, anexos ni prólogos sobre la destrucción de ese mundo.

¿Y cómo se aguantan dos horas así? No bajando el ritmo ni un instante. La fotografía saturada (de John Seale, una eminencia de los 80 y 90, la apoteósica puesta en escena de las carreras, el duelo de miradas, los acercamientos de la cámara de planos generales a primeros planos,… todo está perfectamente engrasado. Además, George Miller va desgranando el pensamiento de Max (del que no escuchamos más que cuatro o cinco frases y muchos gruñidos) a través de fogonazos de su tormento. Y mientras tanto, la historia que se narra es la de Furiosa, en ese arrebato de huir con las Reproductoras a unas tierras no dominadas por el hombre.

Nota: si os fijáis en IMDb los responsables técnicos son todos profesionales de otra época, de un cine en extinción.