Revista Televisión
La ABC estrenó el martes otra de sus apuestas para esta temporada: "Detroit 1-8-7". Este drama policial presentado como falso documental sigue a los detectives de la ciudad americana con mayor número de homicidios.
Entre estos detective tenemos a Michael Imperioli interpretando al detective Fitch (qué cambiado está con respecto a la primera temporada sopranera, los años no pasan en balde), que a pesar de no ser el veterano, cuenta con diez años de experiencia a sus espaldas. Entre sus compañeros se encuentra el novato con protagonismo (Jon Michael Hill), el auténtico detective de toda la vida (James McDaniel), la detective con mala leche (Aisha Hinds, vista en multitud de series), la bella detective con la que Imperioli mantendrá una tensión sexual (Natalie Martinez) y el detective sin más (Shaun Majumder). Todos ellos contarán con la colaboración de la forense Abby Ward (Erin Cummings).
El piloto me ha gustado sin más, aunque es cierto que va increscendo y que termina dejándote una sensación agridulce. El primer caso no ha estado mal, pero como ocurre con todas las series nuevas, es cuestión de cogerle el tranquillo. No parece que vaymos a tener una trama central, pero como suele ocurrir con este tipo de series, cada capítulo será autoconclusivo. Yo pienso seguirla esta temporada, primero porque me gustó el avance del próximo capítulo, y segundo porque Michael Imperioli mola demasiado como para ignorarle. Y ya sabéis "Great cops are made in Detroit!".