Revista Cultura y Ocio

Mágico, sombrio, impenetrable. Joyce Carol Oates

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Mágico, sombrio, impenetrable. Joyce Carol Oates
     "-Muchas cosas se valoran más de la cuenta. el suicidio, por ejemplo.
     El chico rió al comprobar lo listo que era. La abuela, que conducía atenta al tráfico matutino, no pareció darse cuenta.
     Recalcando las palabras, su nieto dijo:
     - Por ejemplo, solo en el condado de Boondock, de los Estados Unidos, se hacen la competencia dos teléfonos de la esperanza para adolescentes."
     Sexo con una camella
     Hay autores, que duda cabe, que son más prolíficos que otros. Oates, por ejemplo, pertenece a los prolíficos, de tal forma que sus seguidores no han de esperar demasiado tiempo entre libro y libro. De hecho hace poco que vio la luz su última obra, una colección de relatos que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Mágico, sombrío, impenetrable.
     Siempre es difícil hacer una sinopsis de un libro de relatos. Me limitaré por tanto a comentar que Oates divide el libro en cuatro partes, señalando que en la tercera de las cuales encontramos el magnífico relato que tiene como personaje a Robert Frost y que da título al volumen. La cuarta parte finalmente, consta de un único título, "Parricidio", a modo casi más de novela corta.
     Leer a Oates suele ser una experiencia impactante y en este caso no iba a ser menos. La mayor parte de los relatos que componen el libro tiene un componente de desasosiego para el lector que se encuentra con historias, algunas muy complejas, sintetizadas en unas pocas páginas.
Abría la entrada de hoy con un fragmento de Sexo con una camella, el relato con el que comienza el libro. En él, un joven adolescente acompaña a su abuela al hospital para que ésta reciba un tratamiento importante. Mediante el trayecto, sus reacciones y reflexiones, somos testigos de la unión que esto ha producido entre ambos. Es fácil ver el componente que desasosiega como también lo es en casi cualquiera de sus relatos. Muchos de ellos protagonizados por mujeres, otros por una doble visión o un cambio de perspectiva, aunque sea tras haber muerto a través de las reacciones de la gente. Oates nos habla de amor, vejez y miedos, nos deja ver a una mujer anodina que se desliza por la vida sin pena ni gloria, sacudida tras un percance con un perro en Mastín, siendo testigos de sus reflexiones. Coquetea abiertamente con el suicidio y miradas hacia ventanas, nos habla de poetas y de desapariciones, de enfermedad, de chicas adoptadas a un status superior que no terminan de encajar, y se pasan la vida intentándolo aunque parezcan revestidas de falsa rebeldía. Y es que Oates, una vez más, nos habla de vida. Y la vida tiene todos esos sentimientos e inseguridades. Momentos en que las personas se desvían o en los que cambia la forma en que se ven a sí mismos. Y todos ellos se encuentran aquí reunidos, bajo la atenta mirada de una autora que se sabe un tanto oscura pese a que en cada uno de los cuentos encontremos amor de un modo u otro. Muchos puestos ahí para hacernos pensar, como es el del matrimonio de ancianos que escuchan a sus vecinos... o la aparición en el primer relato de otra paciente del hospital... o mil ejemplos más. Oates no admite una lectura superficial satisfactoria, eso siempre ha sido así. Trece relatos en total son los que necesita la autora para componer un puzzle con el que descubrir partes del alma humana, en el que dejarnos siempre algún resquicio para asomarnos a ella con el temor de vernos reconocidos.
     Podría seguir y caer en la tentación de desvelar cada pequeña sinopsis, pero os haría un flaco favor. Terminaré diciendo que el relato de Frost es, cuanto menos, impactante y que el último de todos, Parricidio, me ha parecido magnífico. Realmente imprescindible. Y será precisamente de este del que no os daré pista alguna, siempre hay que dejar en el tintero cosas, para cada lector.
     Los libros de relatos no sólo son difíciles de explicar, también lo son de valorar. Decir a estas alturas que Oates es una gran escritora es algo casi redundante. En esta ocasión, he tenido la clara sensación de que el libro va de menos a más, y no sólo porque el último relato me haya parecido excepcional, sino por los temas y las formas. Es cierto que es imposible mantener una homogeneidad en la calidad de este tipo de libros, aunque sólo sea porque los temas dispares provocan que haya lectores más interesados en unos que en otros, pero el conjunto es un libro notable cuya lectura merece la pena. Hacedme caso, hay que leer a Oates,
     Y vosotros, ¿sois aficionados a los libros de relatos?
     Gracias
   

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