¿Por qué algunas personas pueden beber alcohol sin problemas, mientras que otras son totalmente incapaces de controlar sus hábitos de beber alcohol?
Según las investigaciones llevadas a cabo sobre este punto, se sabe que para muchas personas la vulnerabilidad al alcoholismo es heredada. Sin embargo, se ha observado que los factores del ambiente de la persona tales como las influencias de amistades, la disponibilidad de alcohol y el estilo de vida, son factores determinantes a la hora de fortalecer este hábito tan nocivo. La genética y el ambiente son los llamados "factores de riesgo", pero a pesar de estos factores, el riesgo no determina el destino. El hecho de que exista alcoholismo en un miembro de la familia, no significa que el hijo o la hija de un padre o una madre alcohólica automáticamente se convertirán en alcohólicos. De todos modos hay señales que pueden advertirnos de la presencia de un abuso con el alcohol: No hay nada de malo en disfrutar de un buen vino o tomarse unas cervezas pero si después de algunas copas no puedes parar de beber, lo más probable es que tu manera de beber haya dado un salto de bebedor social a una fase más crítica y haya llegado la hora de buscar ayuda.
- Saber que se bebe y no cumplir con responsabilidades del trabajo, estudios, hogar, etc.- Beber alcohol durante actividades peligrosas, como conducir, trabajar con ciertas maquinarias, etc.- Continuar bebiendo a pesar de tener problemas constantemente en la relación con otras personas, que son causados o empeorados por los efectos del alcohol.-Tener problemas relacionados con la agresividad al beber, entrar en conflictos en ambientes dónde se consume alcohol y que pueden abrir puertas a nuevos problemas relacionados (como las drogas, otras adicciones, etc…) El ser bebedor social se puede transformar en un hábito y después en una dependencia y si no se es consciente y se detiene a tiempo, se puede volver muy perjudicial.