¡Ay toro torito, torito de Veterano!, símbolo de mi España y juguete de seres civilizados. No hay martirio que no se haya inventado para ti, a todos estás invitado, la imaginación es fértil para procurar un daño. Maldito el día en que entraste en la tradición, ¡tantas salvajadas se disfrazan con esa palabra! Tradición también es apedrear a una mujer hundida en la arena hasta que ya no sea nada, para regocijo de quien lanza piedras a la torturada, y a eso le llaman ley, madre. Hacerte sufrir es un Arte, torito, en otro círculo de arena. Arena y sangre, sangre y arena, ¡mira que no ha parido poemas este santo matrimonio! ¡Cuántos artículos con tinta espesa y roja! Olvida la bravura que solo aumenta la tortura y con suerte irás devuelto por manso a los corrales, que se queden huérfanos de su retórica las preciosistas crónicas, que te llamen cobarde, ¡vaya tarde!, que el fracaso se puede hacer rimar y el tuyo tu vida salvar. Qué pena que no tengas tanto cerebro como tus matadores y de quienes disfrutan con sus labores. El premio a tu bravura es salir arrastrado y a hombros quien te ha tumbado y matado.
¡Ay toro torito, torito lanceado! A ti lo mismo te hacen trampas como a tu hermano el toreado. No hay escapatoria, las lanzas siempre tienen hambre porque quienes las portan nunca se empachan de muerte. Dicen que estáis a la par en los duelos aunque distintas son las armas pero antes que un matador muerto veo mil toros desangrados, donde estará la igualdad. No mates tú a nadie torito, que ese engaño mantiene la puñetera tradición, que por quitarle un ojo al contrario lo conviertes en un héroe con parche y cuando empitonas fatalmente fabricas leyendas. Tradición era el circo romano, humanas vidas despedazadas por espadas gladiadoras y zarpas de bestias animales, siempre se hizo así hasta que dejó de ser siempre. Siempre se escribieron cartas a mano, siempre existió el cartero hasta que llegaron las redes. Ahora solo reparte cartas de banqueros, ya ninguna de amor. ¿Nos hemos cargado al cartero? Torero torerito, decís que estáis acorralados, nadie acaba con las fiestas, solo os quitan las ayudas como a tantos necesitados, que desde el gobierno saben dar estocadas.