Aprende cómo preservar la seguridad de tu perro en la piscina, incluyendo los peligros potenciales, las medidas cautelares que puedes tomar, y mucho más.
Cosas a tener en cuenta
En un día caluroso de verano una piscina es una gran solución para refrescarse y divertirse. Sin embargo, al igual que con los niños pequeños, tu perro puede estar en riesgo de ser herido o de muerte si no es supervisado adecuadamente. Estos son algunos simples deberes y haberes que pueden ayudar a garantizar un verano seguro y divertido en la piscina para todo el mundo.
Qué debes hacer
- Recuerda que el calor del verano en la piscina puede causar un golpe de calor. Observa con atención sus posibles síntomas: letargo, babeo excesivo, echar espuma por la boca, etc.).
- Después del baño en la piscina, ayuda a evitar cualquier posible irritación causada por el cloro lavando a tu perro con agua fresca.
- Límpiale los oídos a tu perro después del baño. Muchos perros pueden contraer infecciones en el oído. Los perros con las orejas caídas son más propensos a las infecciones.
- Instala una rampa para piscinas de mascotas. Esto hace que sea más fácil salir de la piscina para los perros pequeños o los más mayores
- Mantén los ojos de tu mascota a salvo de la irritación provocada por el cloro con unas gafas protectoras para perros (por ejemplo, las Doggles).
Qué no debes hacer
- No asumas que tu perro sabe nadar. Si nunca ha nadado antes, asegúrate de darle a conocer el agua poco a poco. ¡Nunca arrojes a tu perro en la piscina y pienses que él simplemente nadará!
- No dejes que tu perro beba agua de la piscina. El cloro le enfermará.
- No permitas que un perro a nadar en una piscina que está parcialmente cubierta. Esta cubierta puede ser mortal si el perro se queda atascado debajo de ella.
Al mantener estos simples consejos en mente estarás en mejor posición para asegurar que tanto tú como tu perro tendréis un verano seguro y agradable.