Normalmente las manzanas que suelen utilizarse para esta receta son las de la clase reineta o golden, pero en esta ocasión voy a utilizar las manzanas del huerto de mi padre. Son estupendas tanto para asarlas, como para hacer cualquier tipo de postre con ellas. Ya os hablé de ellas en otra ocasión y la verdad es que no me cansaré de hacerlo porque son riquísimas.
El árbol tiene más de 30 años y da gusto verlo cargado de fruta, solo que hay tantas que al final caen a la tierra y es una penita no aprovecharlas. Así que hoy, tocan asadas. Mañana.... a saber.
Ingredientes:
- 8 manzanas
- Azúcar
- Mantequilla
- 1/2 vaso de agua
- 1/2 vaso de vino dulce (yo utilicé Moscatel, pero puedes ponerles el que más te guste).
- Canela en rama
Preparación:
- Precalienta el horno a 200º
- Limpia bien las manzanas quitándoles el corazón (si no tienes un descorazonador, utiliza la punta de un cuchillo para vaciarlas, y procurando no llegar al fondo de la manzana).
- Haz un corte superficial alrededor o a lo largo y colócalas en una fuente de horno.
- En cada agujero introduce un palo de canela partido por la mitad y una cucharadita de mantequilla.
- Espolvorea cada manzana con un poco de azúcar y riégalas con medio vaso de agua y medio de vino dulce.
- Hornea unos 25 - 30 minutos.
- Pincha con una aguja en un costado de la manzana; si la aguja entra bien, están en su punto.
- Servir templadas o frías.