Imagen facilitada por el gabinete de prensa del Centro Niemeyer
Para el común del público internacional, Maria de Medeiros (Lisboa; 1965) será siempre la risueña y despistada belleza francesa que ponía en más de un aprieto a Bruce Willis en “Pulp Fiction” (Quentin Tarantino; 1994). Sin embargo, a lo largo de su dilatada carrera profesional, esta polifacética artista portuguesa ha abordado prácticamente todos los terrenos del ámbito cultural. Su trabajo en el teatro, en el cine y, más recientemente, en la música la han encumbrado como una de las artistas más representativas de su país, un verdadero mascarón de proa de la cultura lusa. Y este fin de semana el Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer de Avilés, en el marco de su muestra Portugal se Exhibe, ha sido el escenario escogido para iniciar la presentación en España de su última incursión musical: “Pájaros Eternos”. Un disco para el que ha contado con la colaboración de grandes nombres de la música y de la ilustración, como Raimundo Amador y Javier Mariscal, y con el que ha tratado de aportar al público su particular y comprometida visión de la cambiante realidad de nuestro mundo.
Han pasado ya dos años desde que lanzaste al mercado “Penínsulas & Continentes”, tu disco anterior. ¿Se te ha hecho difícil volver a este mundo?
¡En absoluto! Fue un disco que surgió de forma muy natural, haciendo música, colaborando con los músicos de mi banda. Empecé haciendo letras, y luego pasé a imaginar música. Después tuve el encuentro con Raimundo Amador; de ahí nació una canción en común, “Nace el Día en la Ciudad”, que da el nombre al disco. O sea, que fue un proceso muy natural.
Un disco en el que el apartado visual tiene gran importancia…
Pues sí. Yo siempre asocio la música a la imagen, ya sea imagen animada, películas o ilustración. Cuando trabajo con músicas y escribo, casi siempre me pongo a dibujar. Y entonces, como éste es quizá el proyecto más personal que he hecho hasta ahora, también vino, naturalmente, la idea de tener una ilustración para cada canción.
¿Fue por eso por lo que te pusiste en contacto con Javier Mariscal y otros grandes dibujantes?
¡Exacto! Propuse algunos de los pintores e ilustradores que más admiro, entre los cuales están, obviamente, Javier Mariscal, la iraní Marjane Satrapi, mi compatriota Jorge Colombo y varios otros grandes pintores, y me quedé muy, muy feliz. Todos han aceptado y han hecho unas imágenes que me gustan mucho.
“Pajaros Eternos” es tu visión personal no sólo de la música, sino también de nuestra realidad actual. ¿Querrías que el público retuviese alguna idea o alguna emoción concreta de las que condensas en este disco?
Bueno… No me lo planteo mucho así. Hacer música es algo muy subjetivo, y la ofreces a la subjetividad de las personas. Por supuesto, espero que mis emociones lleguen al público, aunque asumo que para cada persona llegarán de una forma distinta.
Fotografía de Mara Villamuza
Con éste son ya tres los discos que has lanzado. El primero, “A Little More Blues”, salió a la luz en 2006. ¿Crees que ha cambiado mucho desde entonces la Maria de Medeiros musical que hay en ti?
Hombre… Yo comparo mucho “Pájaros Eternos” a cuando nos ofrecen por primera vez una cámara. Te quedas maravillado con ese instrumento, y empiezas a hacer fotos un poco en todas direcciones, para retratar lo que te impacta por primera vez. Fue un poco lo que pasó conmigo, porque durante mucho tiempo no pensé que haría canciones jamás en mi vida, y de repente descubro que existe ese instrumento, y apunté mi cámara musical en todas las direcciones que me interesan: la bossa nova, el flamenco con Raimundo Amador, el rock minimalista de “The Legendary Tigermen”…
En 2010 dirigiste tu primer largometraje, “Capitanes de abril”, un análisis de la “Revolución de los Claveles” que, en abril de 1974, puso fin a la dictadura salazista en Portugal, y que también se proyecta en esta muestra. ¿Volveremos a verte detrás de las cámaras?
¡Sí! De hecho, me voy dentro de una semana a Sevilla a presentar una nueva película que acabo de dirigir: Los ojos de Bacuri. Es un documental sobre la comisión de amnistía y reparación en países como Brasil o Chile. Hasta entonces vamos a continuar con la presentación de este disco.
Ya que entramos en el terreno del compromiso… El de la cultura está siendo uno de los ámbitos más castigados por la actual crisis y por las medidas tomadas para intentar paliarla. En tu opinión más personal… ¿Crees que es necesario que la comunidad cultural adquiera un compromiso político, sea del sesgo ideológico que sea?
En un momento de crisis como ésta que estamos atravesando, me parece que es muy importante la cultura, porque es lo que nos ayuda de alguna forma a entender lo que está pasando. Yo creo que el papel de la cultura es, de alguna forma, doble: reflejar y reflexionar.
Sin embargo, hay quien dirá al leer esto que, en momentos de crisis, deben priorizarse otros sectores…
Es evidente que no es la cultura la que ha arruinado nuestros países. No tiene ninguna culpa. Sin embargo, es una de las primeras cosas que fue sacrificada. Es terrible, porque, de alguna forma, es un ataque moral. Una cosa es estar en dificultades económicas, pero hay una dignidad moral que nos da el hecho de tener acceso a la cultura. Es terrible que, además de sacrificarnos económicamente, se sacrifique también la fuerza moral, porque es la cultura la que da una identidad a un país. Por mucho que digan, no es sólo un espacio territorial o tres colores en una bandera. Es la cultura la que nos da nuestra identidad, y es muy grave sacrificarla.
Borja Pino Jambrina
Ruta 42
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