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Marketing vs Digital: Una Nueva Era

Por Leonardo Peña García @thelexworld
Internet se comió al marketing. Sí, así como lo lees, en los últimos años el entorno digital ha cambiado por completo lo que entendíamos por marketing. Y lo ha cambiado, hasta el punto de comérselo. Olvídate de la estrategia de marketing, de las 4 P y del análisis Foda, y prepárate para conocer las nuevas tendencias del marketing digital. Marketing vs Digital: Una Nueva Era

Para nadie es un secreto que internet cambió todo. La forma en que nos comunicamos, cómo interactuamos con los demás y nuestra manera de ver el mundo. Hoy los usuarios ya no son meros receptores de anuncios, ahora ellos crean los anuncios alimentando las tendencias y participan en la vida diaria de una marca.Por eso, si eres de los que piensan lanzar un proyecto online, necesitas saber que los viejos planes de marketing ya son, bueno, viejos. Y es que lo digital presenta nuevos desafíos, pero al mismo tiempo no facilita recursos. No importa si vas a lanzar un negocio, un blog o un libro digital, las nuevas estrategias son las mismas en internet.

Pero dejémonos de palabras y pasemos a la acción. Vamos a ver cómo es esto de promocionarse y venderse en internet:

Identifica a tu público

Si hay algo que me gusta de internet, es que hay público para todo. En serio, quiero decir que encuentras personas que buscan desde viajes a Plutón hasta fósiles de dinosaurio. Obviamente lo que tú quieres es tener la mayor popularidad posible dentro de tu rubro, y para eso tienes que tener un rubro, así que define lo que quieres vender.

Mi primer consejo en ese sentido es que seas específico. Si vas a crear un blog sobre autos, eso será muy general. Especialízate y haz algo como "El blog de autos hechos para la montaña", "El blog de autos clásicos europeos", "El blog de los autos más veloces del mundo". En internet es mejor partir de lo específico y a partir de allí ir expandiendo tus posibilidades.

Ya teniendo definido lo que vendes, toca buscar a personas dispuestas a comprarlo. Y para eso, nada mejor que "San Google". Solo busca el tema de tu página o producto y los resultados te revelarán dos cosas importantes:

Conociendo a tu competencia

Explora las páginas que te aparezcan hasta sus últimos rincones. No te conformes con ver la forma en la que escriben, analiza el diseño, el uso de las imágenes, la frecuencia de publicación, los enlaces a sus redes sociales. La página web de tu competencia es una puerta trasera abierta directo a su estrategia de promoción. En la vida real, es como colarte en el edificio de tus competidores.

Apúntalo todo, busca aquello que tienen en común y piensa en cómo podrías mejorarlo. Esta es una labor de espionaje de la que depende en gran medida tu futuro éxito. La premisa es simple: imita lo bueno y mejora lo malo. Así partirás con la ventaja.

Y sobre todo, presta atención al siguiente punto:

Conociendo a tu público

El tesoro que buscan está en los comentarios que encontrarás en las páginas y redes sociales de tu competencia. Es información valiosa que te ayudará a conocer a quiénes te diriges. Si a tu competencia la debes conocer a fondo, a tu público los tienes que conocer más de lo que ellos se conoces a sí mismos.

Clasifica los comentarios para identificar los distintos tipos de clientes. En redes sociales, sigue los enlaces a sus perfiles para conocer sus gustos. Averigua quiénes son, qué buscan en la página de tu competencia, si lo encontraron o no. Cada detalle es importante, pero más que nada el saber qué contenidos son los más compartidos y preferidos por ellos.

Pero como sabemos que no basta con observar, es hora de experimentar.

Conviértete en un usuario más

En internet, el éxito de una marca, producto o blog depende de una sola palabra: Comunicación. Y no hay comunicación efectiva sin eso que llamamos empatía. ¿Cómo atraer a un usuario si no entiendes sus motivaciones? Muchas veces esos detalles pasan desapercibidos si los miras de lejos.

La única forma de entender a tu posible cliente, es sentirte como uno.

¿Cuál es la forma de lograrlo? Tienes que entrar en la página de tu competencia o de tus redes sociales. Hazlo como un usuario más y quítate por un momento el sombrero de investigador. Solo interactúa, déjate llevar por la ola digital y comparte lo que te gusta, comenta e interactúa con otros usuarios. En pocas palabras, siente cómo es estar del otro lado.

Incluso puedes aplicar esto en el futuro dentro de tu propia página o redes sociales.

Ahora sí, las estrategias

Y hablo en plural, porque en internet no hay una sola estrategia, sino muchas, una para cada canal de comunicación. Primero que nada, tienes que saber que cada canal sirve para lograr objetivos distintos. Vemos solo algunos:

  • Página web: Imagen corporativa, plataforma de ventas, comunicación con el cliente.
  • Blog: Reputación de marca, ofrecer contenidos al cliente, crear interacción.
  • Correo electrónico: Atraer visitas a la web, encontrar posibles clientes, recordación de marca.
  • Redes sociales: Generar interacción, crear una comunidad de clientes, llevar visitas hacia la web.
  • Optimización Seo: Visibilidad en la web, obtener más visitas, reputación de marca.
  • Aplicación y diseño para móviles: Llegar a más clientes, obtener nuevos seguidores, interacción con los usuarios.
  • Campaña de anuncios: Visibilidad de marca, reputación de marca, atraer nuevas visitas.

La estrategia y el medio que usemos, tiene que ir acorde con el objetivo que tengamos. Así, si deseamos ganar visibilidad para comenzar con nuestra web, utilizaremos el blog, redes sociales y una campaña de anuncios. Con el tiempo, se pueden integrar nuevos medios, pero para comenzar en bueno centrarse solo en lo necesario.

Eso, porque en la siguiente fase comenzará el trabajo duro.

El contenido, la estrella de internet

De esto se puede hablar largo y tendido, es la fase decisiva de una campaña, porque tu contenido será la cara visible que verán los usuarios. No te preocupes, si has hecho bien las fases anteriores, te bastará con una chispa de creatividad y mucho trabajo duro. Recuerda que los detalles son los que hacen la diferencia cuando se trata de internet.

Y si en el mundo real, había ciertos requisitos para un buen contenido, en el mundo digital son casi leyes que no puedes romper:

Un buen contenido llama la atención: Esto debería ser obvio, porque si no es llamativo a nadie le interesara verlo y habrás perdido tiempo y esfuerzo.

Un buen contenido aporta valor: El usuario tiene que sentir que valió la pena dedicar su tiempo en pasar por tu contenido. Dale algo que le sirva.

Un buen contenido es entretenido: Aunque el tema sea complejo, hay que hacer un esfuerzo para que el usuario no se aburra y deje de leer.

Un buen contenido es recordado: Porque de nada sirve atraer al usuario y divertirlo, si luego ni se acuerda del nombre de tu página o marca.

Con esas cuatro cosas, tu contenido está listo para salir del horno. Pero ojo, todavía no te confíes porque la siguiente fase es la más vital de todas.

La implementación lo es todo

Imagina el mejor pastel del mundo servido en una tajada mal cortada y en un plato sucio o feo. Sería un desperdicio y es probable que el cliente jamás regrese a comerlo. Con esto quiero decir que de nada sirve el mejor de los contenidos si aparece en una página mal diseñada, que carga lento o que no carga.

Bien dicen que hay que cuidar las formas y en el medio digital no hay nada más cierto. Recomiendo un diseño limpio, con pocos colores, pero llamativos, un tipo de letra fácil de leer, una página que no le complique las cosas al lector. Una vez que lo tengas listo, es hora de implementarlo y lanzar el contenido.

Todo se resume en una frase: Revisar, revisar y revisar.

Asegúrate de que la página cargue rápido, que funcione en todos los navegadores y en el móvil. Las imágenes tienen que ser ligeras, verse bien de lejos y de cerca. El texto no debe contener errores grosero de ortografía y debe ser claro y sencillo de leer. Los audios y videos tienen que ser de buena calidad y resolución.

Recuerda que los usuarios pasan solo una vez por el contenido, y esa primera impresión les durará para siempre.

Los datos y la optimización

Si hay algo que todos los que trabajamos en marketing agradecemos de internet, son los datos que nos ofrece. Podemos medir el resultado de una campaña en tiempo real, el impacto que genera, las interacciones, cada aspecto puede ser medido. Eso tiene un valor incomparable, porque nos da una posibilidad que en el mundo real era difícil de tener: La de Optimizar.

En internet, puedes ajustar los detalles de una campaña y aumentar su efectividad.

Esto es una ventaja decisiva frente a tu competencia, si la sabes utilizar, pero cuidado, porque es un arma de doble filo. Lo recomendable es establecer un plazo para evaluar cómo va la campana, puede ser una semana, dos semanas, o un mes. Nunca te lances a modificar cosas antes de ese plazo, a menos que sea realmente necesario.

Si vives cambiando cosas, tus datos perderán todo su valor y no optimizarás nada.

Lo bueno de los plazos, es que nos permiten ver con claridad los detalles que se puede pulir. Tal vez tengas que cambiar el mensaje de los anuncios, mejorar las imágenes, publicar en otras horas o días, entre otras cosas. Cuando lo tengas definido, solo hazlo, que la indecisión no te haga perder tiempo valioso, y dinero, si hablamos de anuncios.

El paraíso de las campanas digitales

La fórmula para campaña exitosa puede variar, pero los elementos que se combinan son los mismos. Escuchar a tu público, trabajar los contenidos, integrar distintos medios, analizar datos y optimizar esfuerzos. Todo es en conjunto da como resultado una promoción digital exitosa.

Y es que lo digital se comió al marketing, pero ahora el marketing está en todo lo digital. Por eso, no tiene nada de malo seguir hablando de marketing digital, pero sí debemos entender los nuevos retos que internet nos plantea. Ahora, las marcas ya no son dueñas absolutas de sus campanas, los usuarios tienen algo que decir.

Usuarios que forman parte de la campaña, solo hay que saber escucharlos y responder a sus necesidades. Lo demás, es historia conocida. Eso no cambia, ni en el mundo real, ni en el digital.


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