Revista Psicología
La sensual Harley Quinn, cómplice de El Guasón (o Joker) y de profesión... psiquiatra. (arkham)
Ruborizado me hallo por haber cedido nuevamente a la liviandad: la módica tijera trae la noticia y me limito, inerme y casquivano, a resonarla.
Ya en una anterior entrada titulada 'Los enemigos de Batman son psiquiatras' comentábamos tal constatación. Ahora, el psiquiatra Daniel Debowy en convención de cómics celebrada en Nueva York recientemente, ha insistido en que mucho del éxito de Batman se debería a su sesgo antipsiquiátrico con el que la mayoría de lectores resultaría identificado. El panorama descrito en la ficción, con tantos psiquiatras y psicólogos que no sólo se ven impotentes para controlar a los psicópatas villanos sino que acaban convertidos ellos mismos en amargados enemigos del Hombre-Murciélago, devendría así deleitoso para el lector promedio, según Debowy.
Amparado en la erudita referencia histórica, el conferencista recuerda la década de 1950 cuando las historietas fueron satanizadas como responsables de la rebeldía sin causa de los adolescentes de ese entonces, circunstancia en la que hubieron muchas vocingleras opiniones de psiquiatras en apoyo de semejante dictamen. Aparentemente, en las décadas posteriores, los historietistas se habrían cobrado la revancha cebándose con la profesión psiquiátrica y otras relacionadas.
Debowy evoca el fenómeno de la puerta giratoria al describir Arkham Asylum, el manicomio de Ciudad Gótica, donde son encarcelados los psicópatas malhechores capturados por Batman pero de donde al poco tiempo fugan para cometer nuevas fechorías hasta que son recapturados por Batman quien los confina en Arkham Asylum (y así capítulo tras capítulo). Es interesante encontrar en el análisis somero que se conglomera a malhechores con pacientes psiquiátricos como si fuesen una indisoluble identidad. Huelga decirlo, esto no es cierto.
Recordamos mucho que en aquella nuestra primera entrada al respecto, nuestro dilecto colega Jesús Castro ofrecía una explicación plausible sobre porqué precisamente eran psiquiatras los enemigos de Batman, aquí la trascribimos: "Hombre....evidentemente los psicólogos y psiquiatras solo pueden ser enemigos de un individuo con semejante delirio de grandiosidad, que se enfunda un traje de cuero negro cada día (y no para bailar), tiene un amigo muy pero que muy "especial" (Robin) y se esconde en un "armario" para no revelar su personalidad. Fijo que le tocan quince diagnósticos distintos. En un mundo donde psiquiatras y psicólogos tomaran las decisiones, Batman no existiría, sería reconducido hacia la norma y la conducta ajustada."
Sin duda, revisando la historia de la psiquiatría y el rol que juega y ha jugado en el contexto social, hallaremos sobrados elementos para entender esta desfavorable caracterización.
Debowy, psiquiatra al fin y tratando de hacer el quite, terminó su charla resaltando el caso de Batman como un paradigma de resiliencia.
ENLACE:
- 'Holy Therapists! Why Batman Drives Shrinks Batty' en LiveScience.