El paraíso fiscal de Jersey —la isla en el canal de la Mancha conocida como la roca de los multimillonarios— se ha convertido este domingo por la tarde a pesar de su fama de apacible reducto de dinero y seguridad en una brutal pesadilla. La disputa matrimonial protagonizada por una pareja de inmigrantes polacos se ha saldado con seis muertos a cuchilladas. El presunto autor de esta matanza, un hombre de treinta años identificado como Damian Rzeszowski, se encuentra detenido en un hospital local, donde ha sido intervenido de graves heridas. 
La lista de víctimas mortales incluye a la esposa del sospechoso, sus dos hijos de corta edad (una niña de seis años y un niño de año y medio) y también su suegro. Además de otra mujer y un tercer menor, que se encontraban de visita en el pequeño apartamento de esta trágica familia, situado en una recóndita calle a las afueras de la localidad de Saint Helier, la capital de la isla situada a unos 22 kilómetros de las costas del norte de Francia pero cuya representación internacional y defensa competen a Gran Bretaña.
Cuchillo de cocina
Testigos presenciales han confirmado, que en torno a las tres de la tarde (hora local), el agresor persiguió a su esposa Izabela desde la vivienda hasta la calle. Los berridos del hombre se mezclaron con los gritos de auxilio de la mujer. Al alcanzarla, Damian procedió a apuñarla repetidamente tanto en la espalda como en el cuello con un cuchillo de cocina. Después, el individuo intentó suicidarse, clavándose varias veces en el pecho el ensangrentado cuchillo de quince centímetros de largo.
De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por uno de los residentes de la barriada conocida como Victoria Crescent: «Nunca he visto tanta sangre en toda mi vida. Los miembros de los servicios de emergencia estaban llorando. Uno de los socorristas tuvo que cambiarse la ropa que llevaba». Otros vecinos también han confirmado que pudieron contemplar con horror el traslado de los cuerpos ensangrentados de dos niñas rubias y vestidas de domingo.
Para los casi 100.000 habitantes Jersey, este crimen pasional ha resultado como una tragedia tan incomprensible como traumática. Ya que la isla —con una de las rentas per capita más altas del mundo— está acostumbrada a lidiar como mucho con delitos contra la propiedad. Con unos índices de criminalidad que recientemente han retrocedido a sus niveles más bajos en una década, para el último asesinato registrado en Jersey hay que remontarse al 2004. Además, la isla anglonormanda no sufre de tensiones por el flujo de inmigración encabezado tanto por polacos como portugueses. Como ha reconocido un vecino, el ver en Jersey el despliegue de más de una ambulancia o una patrulla de Policía con armas ya es algo bastante excepcional.
Las autoridades locales están ofreciendo información muy limitada sobre lo ocurrido. El responsable policial de esta pesquisa, Stewart Gull, ha apelado a la ayuda del público a la espera de poder interrogar al detenido, que permanece ingresado en condición estable en el Hospital General de Jersey. Con insistencia por parte del detective jefe en que «esta compleja investigación claramente se encuentra en su fases iniciales mientras intentas establecer exactamente lo ocurrido». Aunque la Embajada de Polonia en Londres sí que ha confirmado que todas las víctimas forman parte de dos familias polacas.
El agresor no tenía antecedentes policiales aunque medios locales insisten en que su esposa le había reiterado este domingo su intención de abandonarle. Separación también planteada en ocasiones anteriores. Según algunos testimonios, la pareja se peleaba habitualmente con grandes escándalos. Y el mes pasado, el marido habría intentado quitarse la vida con una sobredosis de fármacos. Aunque según ha insistido Mike Brown, jefe de la desbordada Policía de Jersey, este caso no tiene «respuestas instantáneas».
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