Mateo, o Leví, hijo de Alfeo fue un publicano o cobrador de impuestos. Era el más impopular de su pueblo y todos querían cagarse en su madre y sus muertos. Estaba peor visto que las putas.
Aún así, Jesús lo eligió y lo hizo uno de los suyos. Jesucristo pudo ver el potencial como su tesorero. Luego Mateo escribió un libro llamado Evangelio, el cual fue plagiado por muchos otros.
No se sabe muy bien cómo murió. Algunos dicen que de viejo y otros que lo mató una cantante española llamada Martirio.