Eso pensé ayer al pesarme y ver que había
engordado algo más de un kilo con los excesos de estas fiestas.
'Me importa un rábano' me iba repitiendo mientras me dirigia a
la ducha.
'Me importa un rábano' relataba al entrar en la cocina para preparar la cena.
'Me importa un...'
Al abrir la nevera, allí estaba esa bolita de color rojo vivo por fuera y blanco impoluto por dentro. Ese rábano me miraba con ojitos tiernos intentando decirme algo. Me incliné para escucharlo cuando de repente sentí un gritito que decía: '¡Cómemeeeeeeeeeeeeeeee!'.
Ese rábano, que tan poco importa cuando algo te importa un rábano. Esa bolita insignificante, ahí donde la ves, tiene grandes propiedades que benefician nuestro organismo: es un antioxidante natural, aumenta la flora intestinal (que no hace falta que os diga para que va bien) y es un diurético excepcional.
Ese rábano se acaba de convertir en mi aliado para la dieta DETOX que acabo de iniciar.