Revista Ciencia

Me llamo Enzo...

Por Meg @CazaEstrellas
Me llamo Enzo. Bueno, antes no me llamaba así, pero empecemos por el principio. Tal día como hoy, hace cuatro años llegué a la que sería mi nueva casa, de hecho, era mi primera casa, y es que yo nunca había tenido una casa. Meg y Mr P., mis adoptantes, se habían casado tan solo unos meses antes. Estando solteros siempre habían tenido perros en sus respectivas familias, asi que echaban de menos esa compañía y decidieron que querían tener uno. Ambos estaban de acuerdo en no comprar, querían adoptar, y pronto el destino me pondría en su camino...
Meg empezó a consultar por internet a las protectoras y refugios, y le llamó la atención ver que abundaban los perros como yo: los galgos. Empezó a indagar más, y entonces supo que en España todavía está muy arraigada la costumbre de usarnos para cazar, y una vez terminada la temporada de caza, nos hacen cosas muy feas...Que nos abandonen a veces es una "suerte", porque nos permite seguir con vida, pero normalmente nos hacen cosas peores. Entonces Meg descubrió una asociación, "Galgos sin fronteras", que se dedica a recogernos, a cuidarnos y a buscarnos dueños. 

Me llamo Enzo...

Este soy yo cuando me encontraba en Galgos sin Fronteras.


Ni a Meg ni a su marido le gustaban demasiado los perros como yo, pero les dio mucha pena conocer la realidad que nos rodea, asi que contactaron con esta asociación, donde vivía yo tras haber sido rescatado de la calle.  La suerte estuvo de mi lado: Meg y Mr P querían un macho, sólo estaba yo, que no encontraba a nadie que me quisiera por tener un color y pelo distinto del habitual en mi raza: soy de color canela y de pelo duro. Y así fue cómo empezó el comienzo de mi nueva vida...

Me llamo Enzo...

El mar ha sido un gran descubrimiento para mí, me encanta.


Tras preparar la documentación y seguir los trámites, llegué a mi nueva ciudad tras un viaje de cuatro horas , y cuando me bajé del coche en aquella tarde tan calurosa allí estaba Meg, que sólo me había visto hasta entonces en fotos. Meg estaba con su madre, escuché que decían que Mr P llegaría más tarde. Me miraban y decían que era muy raro y original, pero bonito...Percibí en los ojos de Meg que ya me quería, al igual que cuando llegó Mr P,  y me sentí muy bien, aunque no podía evitar estar asustado, eran demasiadas cosas nuevas...Me hicieron subir en una cosa que se llama ascensor, se movía y me daba pánico...Recuerdo que hacía mucho calor y me tumbé en mi nuevo hogar, estaba muy cansado...Pero entonces, sin esperarlo, empezaron a moverse unas aspas colgadas del techo y salí corriendo por el pasillo, no sabía qué era eso, me acariciaron y me dijeron que me daría fresquito...Cuando ya estaba más tranquilo, encendieron un aparato  donde salía gente hablando, acerqué mi hocico para oler y oí que mis papis adoptivos se reían. No ganaba para sustos.

Me llamo Enzo...

Estrenando mi abrigo de invierno, que paso mucho frío.

  Al día siguiente me quitaron la placa que colgaba de mi collar, donde ponía "Willy", mi antiguo nombre. A mi papi le gusta mucho la marca "Ferrari" y como corro muy deprisa, decidieron ponerme "ENZO", y ese es mi nombre desde entonces. Al principio me costó adaptarme, nunca había tenido una familia y no quería quedarme sólo en casa, pero con mucha paciencia, me adapté a mis padres y ellos a mí.

Me llamo Enzo...

En Navidad.


Ellos me hacen tremendamente feliz, tengo una cuna comodísima, me miman mucho, aunque mi madre es más severa en mi educación. Mr P es más permisivo, me da chuches y me permite hacer cosas prohibidas cuando Meg no está delante. Me lo paso muy bien con ellos y con el resto de la familia, donde me quieren también mucho. Ahora no dejan de decirme que soy muy guapo y elegante, que parezco un marqués y que tengo luceros en vez de ojos.
Lo que más me asombra es pensar que yo les podía aportar a ellos más de lo que ellos me aportan a mi, me cuesta creerlo, pero eso me dicen...Meg me susurra muchas veces palabras bonitas, sé que son bonitas por el tono que emplea y por las caricias que acompañan a sus palabras...Dicen que les hago mucho bien y que no hay palabras para expresar la compañía que les doy. Hubo un tiempo en que mis padres pasaban muchas horas fuera de casa, y Meg empezó a estar mal, hasta el punto de que empezó a llorar todos los días, a tener ansiedad y a estar muy triste. Entonces, de repente, empezó a pasar más tiempo en casa. Con el tiempo mejoró y me dio las gracias, me dijo que yo era su mejor terapia, no sé qué significa eso, pero si me lo dice ella es algo bueno seguro.
Cuando vamos por la calle me gusta ir andando y mirar de vez en cuando a Meg y Mr P, a ellos les hace gracia, especialmente cuando miro de reojo. Otras veces hay personas que me ven y me dicen "feo" o "mira, el perro de los Simpsons", yo me pongo contento porque me hablan y me dedican su atención, pero mis padres se enfadan y a veces hasta contestan.

Me llamo Enzo...

Haciéndome el interesante con mi mirada de reojo.


Me llamo Enzo...

Me encanta dormir con mis peluches.


 Me alegro de haber tenido esta oportunidad de conocer a una familia y sentirme querido, yo también los quiero, y sé que están orgullosos de mí. Además, van contando su experiencia a la gente para ayudar a otros como yo, para que encuentren una familia, porque la gente cree que sólo cazamos y corremos, pero no, somos muy tranquilos, llegamos a dormir hasta 14 horas al día, somos muy cariñosos, obedientes y dóciles. No tengo instinto cazador. De hecho, conviví con un pequeño conejo enano, Remy, que se tuvo que ir a casa de una amiga por un problema de alergia a roedores de Meg.

Me llamo Enzo...

Me encanta ir al campo.


Hoy hace 4 años que llegué, es mi cumpleaños, no se sabe cuando nací, pero el veterinario calcula que tenía un año o menos cuando lo visité por primera vez, así que celebro mi 5º cumpleaños. Espero que sean muchos más.


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