Por Bernardo Villar
El concepto de rediseño es algo que parece liberador para muchas personas. Se trata de parar y ver lo que he creado, evaluar si me funciona, y si no es así, preguntarme qué faltó y volverme a lanzar sin estar atado al fallo como fracaso o culpa, sino como una oportunidad de aprender.
El rediseño es una postura necesaria al pararme responsable por mis acciones. Pararme responsable no significa decir "lo hice y qué" sino "lo hice y me haré cargo de los resultados". Responsabilidad no es culpa pero tampoco es cinismo. Si no estoy comprometido a cambiar mi actuar, no existe ninguna posibilidad de rediseño.
Cuando utilizo el "rediseño" como una herramienta para salirme con la mía sin querer pagar precios, estoy lejos de una postura responsable. "Le pegué a mi mujer en un arranque de ira, pero no importa, ¡Yes! me rediseño, me rediseño, me rediseño (con vueltita y todo) y vuelvo a empezar"; "No cumplí con mi acuerdo, pero no importa, ¡Yes! me rediseño, me rediseño, me rediseño (con vueltecita, acuérdense) y vuelvo a empezar".
No señores, no es así, así no funciona. Una cosa es no atarse a un resultado y otra muy distinta querer evadirlo porque estoy rediseñado. Un espacio sucio no se limpia porque yo me doy una vueltecita mágica, un acuerdo roto no se invalida porque yo digo que me rediseño. Un rediseño no se muestra con un ritual bobo y cínico.
La postura es: Ok, me equivoqué, lastimé a alguien, rompí un acuerdo, tal acción no resultó como yo esperaba o actué con mala intención para que solo yo ganara y otro perdiera. Me doy cuenta de ello. Se que habrá que pagar precios, limpio el espacio, hago un nuevo acuerdo, veo si hay algo que pueda hacer para restaurar la integridad en mi y en los demás y tomo la acción necesaria si la hubiera y hago un nuevo compromiso conmigo y con las partes implicadas de no volver a incurrir en la misma conducta.
¿Llegué tarde? No digo "¡Yes! me rediseño", me paro responsable por haber roto el acuerdo, hago un acuerdo nuevo y la siguiente vez llego puntual. Pero para que el rediseño sea de verdad, no llego a tiempo solo con esa persona, sino con todas las personas porque se que romper un acuerdo de puntualidad no funciona con ninguna persona, ni siquiera conmigo.
Hay una línea delgada pero bien clara que delimita donde estoy siendo responsable y donde estoy siendo cínico, cuándo me rediseño y cuándo solo me quiero salir con la mía.