Hoy, mejillones con patatas fritas, una excelente combinación sobre todo para los más pequeños. Los mejillones son una fuente de proteínas fáciles de digerir, mucho mejor que las de las carnes rojas. Otra ventaja es su bajo contenido en grasas, además de aportarnos a la dieta entre otros minerales yodo y hierro y vitaminas del grupo B. Siguiendo con nuestra línea de recetas sencillas y rápidas, utilizaremos mejillones congelados. Tal vez tú prefieras comprarlos con sus conchas, lavarlos, rasparlos, desechar los que estén abiertos o rotos y luego de cocidos apartar los que quedan cerrados, pero hoy vamos a darnos prisa y en un momento tendremos nuestro plato listo.
Tiempo de preparación: 20 minutos
INGREDIENTES
- 400 gr de carne de mejillón
- 3 cucharadas de ajo picado
- jugo de un limón
- 1 vaso de vino blanco
- perejil
- aceite de oliva
- arándanos deshidratados
- patatas para freír
PREPARACIÓN
Pelamos y cortamos las patatas en bastones, o las compramos congeladas.
Freímos en abundante aceite caliente. Cuando estén cocidas y acartonadas, poco doradas, que sientas que chocan unas con otras, las retiras del aceite y las dejas escurriendo.
Cubrimos el fondo de una paellera con aceite de oliva y añadimos el ajo picado, freímos sin dejar que dore.
Agregamos luego el vino, jugo de limón, los arándanos y los mejillones. Salamos y condimentamos al gusto. Dejamos que la preparación hierva.
Finalmente añadimos una cucharadita de mostaza o de harina de maíz instantánea.
Dejamos un minuto más hasta que espese un poco la salsa. Salpicamos con perejil fresco picado.
Volvemos a echar las patatas cocidas en el aceite muy caliente hasta que doren, uno o dos minutos, las escurrimos y servimos con los mejillones.
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¡Salu2 y hasta la próxima!
Publicado anteriormente por mí en Fuente