- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 pimiento verde italiano
- 1 ó 2 guindillas (según se desee de picante)
- 500 g. de tomate natural pelado y triturado
- Lavar bien los mejillones quitándoles las barbas y las impurezas adheridas a las cáscaras.
- Colocar en una cazuela con el vino blanco y laurel y cocer a fuego fuerte hasta que se abran. (No cocer en exceso para que no se sequen y resulten jugosos).
- Tirar la cáscara vacía y reservar las que tienen mejillones.
- Colar el agua resultante de la cocción y reservar.
- Picar finamente los ajos, cebolla y pimiento y pochar en un buen aceite de oliva virgen, junto con la guindilla.
- Cuando las verduras estén pochadas y empiecen a dorar, añadir el tomate y dejar cocer el conjunto unos 15 minutos.
- Incorporar el caldo de la cocción de los mejillones, y dejar cocer 10 minutos más.
- Espolvorear con perejil picado y servir.