Revista Cine

¿Mejor sobrio que drogado?

Publicado el 18 abril 2011 por Fimin

Esta pregunta lanzada al aire es el punto de partida de un de esos artículos que de tanto en tanto nos alumbra el vasto campo de minas que muchas veces supone navegar por la red. Tom Shone (Slate) abre así un interesante debate cuyo epicentro es el nuevo Arthur, un soltero de oro venido muy a menos de la mano de Russell Brand. Lejos quedan los tiempos de las hilarantes meloperas del entrañable Dudley Moore, hoy toca una nueva versión sin una sola gota de alcohol. No por casualidad, nuestro nuevo Arthur no ingiere una sola copa a lo largo de toda la película y casualidad, Russell Brand acaba de abandonar la clínica de rehabilitación. Y es que, ya lo advertió hace unos días el gurú  Bret Easton Ellis en un artículo escrito para el Newsweek: Al fin y al cabo, "Charlie Sheen es quien sale ganando".

Martin Scorsese se puso sobrio, dejó las drogas, y nos 'iluminó' con dos comedias y una película sobre Jesús. Raymond Carver dejó el aguardiente y produjo "Catedral," un inesperado volumén de historias redentivas alabadas por la crítica debido a la luminosidad de su prosa. Damien Hirst abandonó el acohol y produjo una nueva versión de "La última cena" escenificada con pelotas de ping pong y una serie de coloridos dibujos de diferentes mariposas. Incluso Charles Bukowski, sobrio de milagro, en plena lucha contra la tuberculosis, se sorprendió a si mismo componiendo poemas sobre su gatos y uno, concretamente, sobre "el pequeño mirlo de su corazón".

Queda claro, los dolores de cabeza sientan mejor en los bad-boys. Stephen King se hincaba cada noche una caja de 16 cervezas y por los pelos recuerda haber escrito "Cujo". Una intervención familiar en 1987 lo recuperó, no así una carrera literaria que curiosamente vivió su época dorada durante su 'etapa oscura'.Uno de los factores que provoca que "El Resplandor" sea uno de los mejores libros sobre alcoholismo escritos nunca es que ni la propia novela sabe precisamente sobre lo que trata. Fue un acto reflejo de una auto-diagnosis elaborada con urgencia, un acto impulsivo que lo rescató del 'lado oscuro'. Una vez King vio la luz percatándose del verdadero monstruo que era, su obra revirtió con una esencia mucho más concesiva, incluso terapéutica, con menos elementos supernaturales y muchos más demonios psicológicos y fantasmas metafóricos. En resumidas cuentas, su obra se auto-exorcisó.

Posiblemente, "Arthur" cumpla en cartelera, hecho que sin  embargo, no evitará que Brand, a diferencia de sus predecesories de esa generación sugerentemente denominada crash and burn, pueda remitir su descalabro crítico a la falta de alcohol. Él forma parte de un nuevo modelo de show business: el de un joven 'sobrio' que se sienta en la silla de rehabilitación para tomar nota de su supuestamente recuperada senda cómica y regresar 'haciendo caja'.

Bajo estas directrices, la gran diferencia entre el nuevo y el primigenio "Arthur" ayuda a entender el caso de un nombre digno de culto. Es Charlie Sheen, un personaje cuya resistencia a recuperarse evoca a los mejores momentos de "Alguien voló sobre el nido del cuco" poniéndose así en la piel de McMurphy, quien lucha  de forma autodestructiva contra la amargura y maliciosidad de la Doctora Drew y  todos sus asistentes. Ya lo advertía Bret Easton Ellis en un artículo de opinión escrito para el Newsweek: "Estás completamente equivocado si piensas que el 'momento Charlie Sheen' se trata únicamente de una historia de drogas. Resulta excitante ver a alguien poner el grito en el cielo por la solemnidad de las celebridades y Sheen la reivindica como la vergüenza que simboliza. Salvaje, lúcido e intenso, es la persona más fascinante que actualmente ronda nuestra cultura."

¿MEJOR SOBRIO QUE DROGADO?

DROGADO

Taxi Driver—Martin Scorsese
The Shining—Stephen King
The Great Gatsby—F. Scott Fitzgerald
Layla And Other Assorted Love Songs—Eric Clapton
Blue Poles: Number 11, 195 —Jackson Pollock
Dream Song —John Berryman
The Scarlet Letter—Gary Oldman
Honky Chateau—Elton John
Poesies—Arthur Rimbaud
On the Road—Jack Kerouac

SOBRIO

Cathedral—Raymond Carver
The Blue Mask—Lou Reed
The Greatest—Cat Power
The Last Temptation of Christ—Martin Scorsese
Empire of the Sun—J. G. Ballard
Nil By Mouth—Gary Oldman
Falconer—John Cheever
Want One—Rufus Wainwright
Blood Sugar Sex Magik—Red Hot Chili Peppers
The Iceman Cometh—Eugene O'Neill

EL DEBATE QUEDA ABIERTO


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