Revista Economía

Mejora tu carrera profesional

Publicado el 17 septiembre 2014 por Emarblanc


La vida es elegir, mejora tu carrera profesional.

MEJORA TU CARRERA PROFESIONAL


Si eres ambicioso y crees que tienes talento para mejorar en el mundo profesional, empieza a prepararte para tomar el
camino más corto. Diseñar un plan de carrera es el mejor atajo.
Sabes la última? Le han dado el puesto de director de desarrollo de producto a Antonio Vázquez. No entiendo cómo se deciden estas cosas. Llevo más tiempo que él en la empresa y no me lo han ofrecido ».
Estas conversaciones de pasillo reflejan muy bien hasta qué punto está arraigada la creencia de que las promociones nos tienen que llegar como caídas del cielo, cuando los expertos aseguran que un ascenso es como la suerte; si no la buscas, casi nunca te llega. Las políticas de promoción de las empresas se enfocan, cada vez más, hacia las personas con iniciativa para solicitar más responsabilidades, más formación o un cambio laboral que les ayude a completar su perfil profesional. Como explica Jordi Villarroya, director general de la consultora de emprendedores y autónomos Centea Infonomics, empresa que asesora sobre planes de negocio a los emprendedores.
“Cada uno debe hacerse su propia carrera. Hay que pensar en uno mismo como una sociedad anónima. Yo soy una empresa, me tengo que promocionar, tengo que buscar mis oportunidades de trabajo y explicar a los demás lo que puedo aportar. Si esperas que sean los demás quienes te den las oportunidades no llegarás muy lejos”.
Incluso los antiguos planes de carrera, diseñados por las organizaciones para que sus empleados supieran cómo ascender en la compañía, se han transformado radicalmente en los últimos años. “Antes, un plan de carrera te garantizaba que durante unos años estabas en un puesto, luego pasabas a otro durante tres años más, después pasabas otros cuatro en el siguiente...
El problema es que estos planes excesivamente detallados
muchas veces no se podían cumplir y generaban mucha frustración. Los planes de hoy en día están más enfocados a las posibilidades que a las promesas. Son planes en los que se valoran las posibles rutas profesionales que uno puede
seguir dentro de la organización, pero sin compromisos reales o plazos temporales por parte de la empresa”, explica José Ignacio Arráiz Pitillas , presidente de Hay Group.
En definitiva, en un entorno laboral cambiante y sin compromisos reales por parte de las empresas, contar con una estrategia propia para ser más visible en la empresa, mejorar el perfil profesional con la formación necesaria y asumir proyectos cada vez más complejos es la única garantía de que no
te quedarás estancado .

Tienes madera de jefe, jefecillo o jefazo


A medida que se va avanzando en el organigrama de la compañía, los conocimientos técnicos pierden peso frente a otras habilidades, más determi-
nantes para desempeñar bien el trabajo. Analiza si tienes las necesarias para
llegar a lo más alto.
FLEXIBILIDAD.
Es la garantía de que serás capaz de adaptarte y trabajar eficazmente en distintas situaciones y con distintos grupos profesionales. Implica estar abierto a los cambios en la organización, ser capaz de asumir poco a poco nuevas responsabilidades en el puesto de trabajo y mostrarse flexible con las personas, valorando las posturas y puntos de vista contrarios.
AUTOCONFIANZA.
Debes sentirte capaz de realizar con éxito las tareas de tu puesto y de elegir la solución adecuada para resolver los imprevistos.
PENSAMIENTO ANALÍTICO.
Es imprescindible para llegar a los puestos más altos de la organización. Implica ser capaz de entender las situaciones complejas y de organizar los problemas por partes, para enfocarlos y resolverlos estableciendo prioridades de forma racional. También facilita la capacidad para entender las relaciones de causa-efecto de los problemas.
ORIENTACIÓN AL LOGRO.
La necesidad de conseguir siempre buenos resultados, marcarse metas profesionales y personales para superarse a uno mismo y, en algunos casos, también para superar a los demás es el mejor motor para no quedarse estancando.
INICIATIVA.
Acostúmbrate a identificar y resolver los problemas por ti mismo, sin esperar a que sean los demás quienes te digan cómo actuar.
COMPRENSIÓN INTERPERSONAL.
La habilidad para relacionarte con los demás es muy importante para dirigir
equipos y establecer lazos de confianza en la organización.
COMPRENSIÓN DE LA ORGANIZACIÓN.
Dedica parte de tu tiempo a comprender e interpretar las relaciones de poder en tu propia empresa y en otras organizaciones.
LIDERAZGO.
Supone ser capaz de asumir el rol de líder de un grupo y de guiarles sin necesidad de utilizar actitudes autoritarias. Un buen líder, además, ayuda a los demás a que se desarrollen profesionalmente para crear equipos de
alto rendimiento.
AUTOCONTROL.
Es fundamental aprender a mantener las emociones bajo control y evitar reacciones negativas ante las provocaciones por parte de otros o cuando haya que trabajar en situaciones de estrés.
ORIENTACIÓN AL MERCADO.
Significa ser capaz de captar pautas en las necesidades de los clientes, en los
cambios en la tecnología y en las condiciones del mercado y convertirlas en
oportunidades.
APRENDIZAJE.
Ser consciente de que siempre nos quedan cosas por aprender es el único modo de evitar el estancamiento. Intenta desarrollar tu curiosidad intelectual, ábrete a nuevos enfoques para resolver las tareas y dedica parte de tu tiempo a aprender.
En este enlace de aquí abajo puedes conseguir más información.
Aquí.

 

IDEAS PARA SER IMPRESCINDIBLE


La planificación de tu carrera debe empezar por un análisis lo más objetivo posible. Puedes recurrir a un experto en desarrollo profesional o intentar marcarte tu propio camino con un examen sincero y crítico sobre tu trayectoria anterior y la situación actual. El objetivo del plan de carrera es fijar una meta a la medida de tu ambición, capacidades y posibilidades en el mercado a corto y medio plazo. Al hacerlo, debes considerar todos los factores: experiencia y competencias, objetivos profesionales, necesidades económicas y familiares, expectativas y motivaciones de cambio, tu grado de satisfacción con el puesto actual, las oportunidades de un cambio inmediato, tu nivel de empleabilidad y las posibilidades de desarrollo en el puesto actual y en posiciones futuras.
Para ayudarte, intenta responder a estas preguntas:
¿Te contratarían hoy para el mismo puesto?
No puedes solicitar una promoción si no estás seguro de que has desarrollado al máximo el puesto que ocupas actualmente. Para responder a esta pregunta, busca en las páginas de selección y fíjate en los perfiles que se piden para
puestos similares. Si no reúnes las cualidades que se están demandando en el mercado, analiza qué puedes hacer para evitarlo. Por ejemplo, es posible que el puesto haya evolucionado más que tú con el tiempo y que necesites un plan
de formación para situarte entre los mejores.
¿Podrías ocupar un puesto de nivel superior?
Si realmente consideras que has cubierto una etapa en tu puesto actual y que has desarrollado al máximo las competencias para el mismo, analiza si podrías ocupar un puesto superior en tu empresa. Sigue el mismo proceso anterior,
comprobando qué competencias se están demandando para los puestos de mayor nivel y si das el perfil para asumirlo. ¿Cuánto vales en el mercado?
Puedes tener una idea muy aproximada “enviando tu currículo a varias empresas del mismo sector para ver cuál es la demanda”, recomienda Nicolás Buisson. “Si enseguida recibes cinco llamadas, es que tienes un perfil demandado y con valor en el mercado actual. A partir de ahí, puedes ver qué te ofrecen y qué valor tienes en el mercado”, añade.

¿Eres un profesional de alto potencial?
Algunas empresas tienen diseñados planes para identificar a las personas con alto potencial, profesionales que por sus competencias profesionales pueden llegar a ocupar los puestos más altos de la empresa. Si en tu empresa no existen esas prácticas, es posible que no sepas con certeza cuánto desarrollo profesional puedes tener. Para hacerte una idea, analiza si te identificas con los factores que ayudan a los expertos a detectar estos cerebros. “Son personas que trabajan muy bien, crean cultura de compañía y están dispuestas a asumir retos. Tanto su capacidad como su actitud son excelentes. Pero, sin duda, el rasgo que mejor marca la diferencia entre estos profesionales y los demás es su capacidad para convertir los marrones en oportunidades. Eso es muy vistoso y en las organizaciones se valora mucho”, explica Coral González.
¿Por qué quieres cambiar?
Nada puede llevarte tan lejos como una fuerte motivación para conseguir lo que quieras. Por eso, es fundamental que revises detalladamente tus prioridades, si estás a gusto en tu empresa actual y en el puesto que ocupas y qué estás dispuesto a sacrificar para alcanzar tus objetivos; sin olvidar incluir en este análisis tus prioridades o necesidades personales y familiares.
¿Serías capaz de defender tu plan de acción ante un profesional del mercado de trabajo?
Prepara argumentos para defender tu plan de desarrollo ante un profesional, así sabrás si obedece a objetivos realistas y a tu alcance.
"El diseño del plan de carrera requiere un análisis exhaustivo sobre el puesto actual, las aspiraciones profesionales y las posiciones que realmente se pueden
alcanzar. Una vez identificada la meta, debes trazar la estrategia adecuada para acercarte poco a poco a tu objetivo final. "

7 formas de mejorar tu carrera dentro de la empresa

1-Intenta ser más visible dentro de tu empresa
Cuando surge una promoción, lo habitual es que se piense
primero en quienes ya tienen un puesto de responsabilidad
o en quienes ocupan las posiciones más visibles.

2-Si no puedes ascender, realiza desplazamientos horizontales.
Marcharte a una división nueva dentro de tu misma empresa
multiplicará tus oportunidades El desarrollo profesional no se mide sólo por ascensos o movimientos verticales dentro del organigrama de la empresa. Pasar a un puesto de igual nivel, pero que exija nuevas responsabilidades
o un perfil de competencias más complejo, es una forma de desarrollo real que marcará positivamente tu futuro.
3-Cambia de departamento.
Cambiar a un área distinta a la que has estado vinculado dentro de la empresa es una opción arriesgada, pero “si el cambio es coherente, te permitirá adquirir
nuevos conocimientos sobre el funcionamiento de la organización y podrás desarrollar nuevas competencias profesionales. Es, también, una oportunidad para demostrar tu capacidad para aprender y adaptarte a nuevos entornos y situaciones”, dice Jordi Villarroya.
4-Apuesta por las divisiones de mayor dimensión.
Puedes marcharte a una división nacional de tu compañía ocupando el mismo
puesto, pero que te permita aprender nuevas formas de hacer las cosas. O que tenga mayor volumen de trabajo y te ayude a asumir mayores responsabilida-
des. No es lo mismo ser el responsable comercial de un equipo en Madrid o Barcelona que estar en un mercado más pequeño.
5-Acércate a la toma de decisiones.
También puedes pedir un movimiento horizontal que te acerque al cuartel general de la organización. Si tu puesto está en una división alejada de la toma de decisiones, será más difícil que consigas los proyectos importantes para el futuro del negocio.

6-Desarrolla un mercado nuevo.
“Solicita tu traslado a un mercado virgen y que tú puedas desarrollar ocupando el mismo puesto. Será un puesto más fácil de conseguir que si solicitas un ascenso, pero en una división que parte de cero tendrás mayores portunidades
de crecimiento”, recomienda José
Ignacio Arráiz.
7-Solicita el cambio a una división internacional.
Como explica Nicolás Buisson, “marcharse a una división internacional da muchísimo nivel a los profesionales, sobre todo en España, donde la gente es
muy reacia a la movilidad geográfica. Los motivos familiares terminan frenando el cambio a pesar de las oportunidades profesionales que se puedan perder”.
Teniendo en cuenta que se trata de puestos con menos competencia, estos desplazamientos son especialmente interesantes para quienes no han alcanzado posiciones de responsabilidad o acaban de
aterrizar en la empresa. Si das el perfil, no dudes en proponer tú mismo tu marcha. La experiencia internacional puede ser un motor para acelerar tu carrera.

Amenazas

Miedo al cambio.
Es posible que tengas dudas sobre si un desplazamiento horizontal concreto es o no una promoción real. Para pisar sobre seguro, analiza si el cambio puede resolver una necesidad coyuntural de la organización, qué correlación existe entre tus funciones actuales y las nuevas y si tienes las competencias necesarias para asumir el cambio.
Empezar de cero.
Cambiar a otro departamento puede suponer algo así como empezar de cero. Si el departamento asigna los ascensos por antigüedad, puedes ser también el último en la lista cuando surja una promoción

Márchate a una división internacional de tu misma compañía.
Si no puedes ascender, realiza desplazamientos horizontales. La experiencia y los conocimientos adquiridos al pasar por una división internacional son un valor seguro para desarrollarse profesionalmente. Sobre todo, en las empresas que se mueven en mercados globales y que necesitan profesionales capaces de integrar equipos multiculturales.
Las dificultades del retorno.
Si no has pactado bien las condiciones de tu regreso, puedes tener problemas para encontrar un puesto que se ajuste a las nuevas responsabilidades adquiridas en el exterior e, incluso, un puesto del mismo nivel que dejaste al marcharte. “A la vuelta pocos tienen asegurado su puesto, pero hay que
volver a recordar que la gente que no asume riesgos no encuentra oportunidades en su vida. Viajar cinco o diez años a otro país te proporcionará un valor añadido profesionalmente que puede ser fundamental. Sobre todo, porque ahora el mercado no es España, es Europa. Y hay que entender cómo
piensan los directivos de las multinacionales y cómo van los mercados”, explica Nicolás Buisson.
Expectativas demasiado altas.
“El paso a una división internacional te permite conocer nuevas culturas y otras formas de hacer las cosas, pero muchas veces estos conocimientos no tendrán una aplicación práctica directa o inmediata en la división española. Otro problema añadido es que nadie puede garantizarte que al volver vayas a
conseguir un ascenso”, dice Arráiz.

Identifica oportunidades de negocio que puedas aprovechar tú.

“Las oportunidades existen, pero hay que saber identificarlas y desarrollarlas”, asegura José Ignacio Arráiz. Analiza qué oportunidades podría aprovechar tu
empresa en otros mercados e intenta convencer a tus superiores
de que te permitan desarrollarlo tú mismo. “Hace quince años, los profesionales de las grandes empresas que se marchaban a Sudamérica tenían mayores oportunidades profesionales. Ahora, sin embargo, es mejor buscarlas en el Este y en Asia. Si tu empresa quiere ir al este, es una oportunidad inmensa para el profesional que se marche y sea capaz de desarrollar un negocio emergente”, explica Arráiz. 

Consigue los proyectos que aporten más valor a tu empresa


En la mayoría de las empresas, la carrera profesional ya no se basa en
categorías profesionales, sino en una sucesión de proyectos. Tu participación o no en ellos debe formar parte de tu plan de carrera

Estrategia

Detecta los proyectos clave.
“Tienes que saber siempre cuáles son las líneas estratégicas de tu compañía, cuáles son los departamentos y los proyectos clave para el futuro del negocio e intentar participar en ellos. Si te quedas dentro de departamentos que
poco a poco tienen menos valor añadido, que quizás la empresa podría vender o ceder, te estás perdiendo los trenes más importantes”, asegura Nicolás Buisson.
Desarrolla proyectos de varios departamentos.
Estar implicado en proyectos interdepartamentales te dará mucha notoriedad dentro de la empresa, te ayudará a aumentar tus contactos internos y te permitirá conocer mejor cómo se trabaja en otros departamentos para
valorar si tienes un perfil profesional que te permita aspirar a otros puestos. Cuantos más departamentos y funciones conozcas, mejor disposición tendrás para tomar decisiones de más valor.
Oblígate a asumir riesgos.
Los nuevos retos, los proyectos difíciles, son una forma de salir de la
zona de confort y una oportunidad para ser más flexible y desarrollar tu capacidad de aprendizaje. “Las organizaciones cambian a la velocidad de la luz, cada día más. Tienen más oportunidades los profesionales con mucha flexibilidad y que pueden saltar de un proyecto a otro”, afirma Buisson.
Vincula un futuro ascenso a un proyectos difícil.
Si tus superiores te piden que desarrolles un proyecto de gran responsabilidad o un cambio que nadie puede asumir, intenta negociarlo de manera que se pueda ligar a un futuro ascenso.

Amenazas

Proyectos sin futuro.
Huye de los puestos relacionados con áreas que se puedan subcontratar. Es más fácil que puedan desaparecer de la empresa. Para no caer en proyectos sin futuro, “analiza en qué departamentos invierten más tus superiores y a qué áreas se está reclutando más personal para sacarlos adelante”, recomienda
Nicolás Buisson.
Proyectos difíciles.
Si tienes fama de sacar adelante proyectos complejos, tarde o temprano tendrás que desarrollar alguno aparentemente imposible, salvo para tu propio jefe. “Estos retos se deben tomar como una oportunidad para demostrar lo que
vales. Si no la coges, no sabes si va a pasar otra. Lo fundamental es que al asumirlo todo el mundo sea consciente de los riesgos, que trabajes el tema bien y que, si fracasas, seas capaz de explicar las causas”, recomienda José
Ignacio Arráiz.
Si el proyecto sale mal.
Puedes quedar tocado de cara al futuro, pero siempre te volverán a dar la oportunidad de demostrar que sigues en plena forma. “Lo que se valora es que una persona sea capaz de asumir riesgos, que no tema liderar proyectos de envergadura, aunque puedan salir mal”, afirma Miguel Herrezuelo.

Desarrolla habilidades o conocimientos poco frecuentes

El valor de cada empleado está directamente relacionado con
las dificultades para sustituirlo por otro profesional igual o
mejor. En muchos casos, ser un “tipo raro” es un valor en alza.

Estrategia

Detecta la oportunidad de nuevas especialidades.
Analiza si existen necesidades muy especializadas que nadie puede cubrir dentro de la empresa. Por ejemplo, averigua si puede ser necesario crear un puesto dedicado al e-marketing, al marketing con causa social, al desarrollo sostenible o la gestión de la diversidad. Este tipo de oportunidades suelen estar relacionadas con nichos de mercado emergentes y que puedan ayudar a
ampliar las líneas de negocio de tu empresa. Para detectarlas, es posible que tengas que hacer un cambio radical en tu forma de analizar y relacionarte con tu empresa. “El 80% de los profesionales se pregunta qué le aporta la empresa o cómo puede usarla, cuando hay que acostumbrarse a pensar al revés. Las personas que pueden evolucionar muy rápidamente son quienes se plantean qué pueden aportar a la compañía. Y eso requiere hacer un cambio radical en la filosofía de los directivos”, afirma Nicolás Buisson.

Desarrolla las habilidades menos frecuentes.
También puedes ganar en empleabilidad desarrollando las habilidades clave para el éxito y que más escasean en el mercado laboral. Un reciente estudio del Instituto de Liderazgo destaca que “entre los directivos españoles
escasean los que tienen habilidades para gestionar a las personas que tienen a su cargo. La mayoría tienen dificultades para crear equipos y para gestionar sus propias relaciones a todos los niveles de la organización”, explica Juan Rivera, socio director del Instituto de Liderazgo. Miguel Herrezuelo destaca
también la oportunidad de desarrollar habilidades como la “la visión global del negocio, para marcar hacia dónde debe ir la compañía, en qué productos y mercados invertir, cómo posicionarse en el mercado...”.

Amenazas

Desarrollar un perfil demasiado técnico. Enfocarte hacia áreas demasiado especializadas puede llevarte a encasillarte en un perfil excesivamente técnico, lo que podría frenar tu capacidad para crecer profesionalmente. Un estudio del Instituto de Liderazgo destaca entre las principales causas de fracaso directivo el peso de un perfil muy técnico, ya que a “estas personas les cuesta cambiar de rol a medida que van aumentando sus responsabilidades, tienen dificultades para delegar las tareas y para orientar a las personas hacia los objetivos marcados”. Además, “estos directivos suelen descarrilar al aplicar esquemas de resolución de problemas técnicos que ya no son válidos en ese nivel”.
Rigidez profesional.
Otro motivo frecuente de carreras truncadas, según el Instituto de Liderazgo, es la sobredependencia de una habilidad, lo que se traduce en la incapacidad
para desarrollar nuevas habilidades clave para los puestos de más responsabilidad. La rigidez profesional también reduce la capacidad para gestionar áreas interfuncionales.

 

Elige bien a tus compañeros de fatigas.

El refranero español es muy sabio y aquello de que “a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija” tiene una gran dosis de realidad en el mundo empresarial. La buena o mala“fama” de las personas de tu equipo (iguales y superiores) pueden condicionar tu trayectoria profesional.

Estrategia

Intégrate en equipos de alto rendimiento.
Si tienes que dirigir un nuevo proyecto o asumir algún tipo de responsabilidad, intenta rodearte de los mejores sin ningún temor a que te hagan sombra. Al contrario. En las empresas, los equipos que cumplen con creces con sus objetivos son de sobra conocidos por los mandos superiores. Si se te vincula
al equipo de las estrellas , tendrás más fácil tu progreso en la organización.
Analiza cómo marca tu jefe tu trayectoria profesional.
La credibilidad de tu jefe puede afectarte profesionalmente. Intenta averiguar si cuenta con la confianza y el apoyo de sus superiores. Si es así, busca su
confianza y ayúdale a crecer; es posible que piense en ti cuando tenga que formar nuevo equipo en un nivel superior. Si no es así, al menos habrás tenido la oportunidad de aprender de un buen maestro. “La gente con una trayectoria profesional de éxito, consolidada, que además demuestre tener conocimientos, puede ser para ti un ejemplo a seguir. Y, sin duda, puede marcar tu trayectoria profesional. Busca dentro de la organización a quienes puedan servirte de referencia”, afirma Miguel Herrezuelo

Amenazas

Perder tu punto de apoyo.
Estar muy vinculado personalmente a alguien puede dejarte “huérfano” si se marcha de la organización o arrastrarte en su caída. “Si tu jefe confía en ti y
te integra dentro de su equipo, tu trayectoria profesional dentro de la compañía irá en ascenso. Pero en el momento en que ese equipo o esa persona deje de cumplir con las expectativas, eso también te puede arrastrar a ti. Porque normalmente tú estás en lo más alto cuando tu jefe está en lo más alto, y bajas cuando él baja”, dice Miguel Herrezuelo.
Arrastrarte en la caída.
No siempre será posible evitar la caída, pero en todo caso, “debes ser
inteligente y ver cómo va evolucionando esa persona. Si te ha permitido crecer profesionalmente, pero ves que ya no existen más posibilidades de ascenso, lo mejor es pedirle un cambio dentro de la empresa o buscarte otro reto profesional fuera”, continúa Herrezuelo.

Diseña tu trayectoria para conseguir una visión global de la empresa.

Si tu objetivo final es ascender a los puestos más altos de la empresa,
orienta tu carrera a los puestos que te permitan adquirir una visión global de la organización.

Estrategia

Pasa por el mayor número posible de áreas.
“Si has pasado del departamento comercial al de marketing, y después estás en finanzas, tienes mayores posibilidades de ascenso que si te quedas en el mismo durante años. Al pasar por varios departamentos dentro una compañía consigues una visión global del negocio, sabes hacia donde se orienta la empresa y aprendes a reaccionar”, explica Nicolás Buisson. Si te resulta difícil cambiar de área, “puedes hacer proyectos integrados con otras divisiones. Si soy de marketing, puedo valorar cómo hacer un intercambio entre marketing y producción, conocer qué impacto tienen los presupuestos de marketing para los costes financieros, intentar estar siempre en conexión con los otros departamentos y cada vez que hay un lanzamiento de un producto o una nueva inversión participar, estar atento, leer los documento,informarse...”, añade Buisson.
Vincula tu actividad al mercado.
Busca, sobre todo, los puestos que te proporcionen información real sobre el
mercado. Por ejemplo, “en los puestos comerciales, de marketing o los de compras, en las empresas de distribución, se desarrolla mucho la visión global del negocio, porque estás más en contacto directo con el cliente final. Y el cliente es quien está demandando un tipo de producto, de servicio, o de tecnología...”, explica Miguel Herrezuelo.

Amenazas

Quedarte desubicado.
Cambiar de un departamento a otro dentro de una organización es una buena forma de tener reputación de camaleón dentro de la empresa, pero hacerlo con
demasiada frecuencia o en distintas empresas puede perjudicar tu currículo. “Como mínimo hay que estar dos o tres años en un mismo puesto para saltar de un puesto a otro. Cambiar cada año, además de impedir aprender bien el negocio, puede dar la sensación de que no encajas en la organización o que no te implicas en los objetivos marcados”, explica Nicolás Buisson.

PREPARATE PARA DAR EL SALTO


No dejes tu empresa por un salario mayor o un puesto de más nivel sin considerar cómo afectará este salto a tu valor futuro en el mercado
Lo habitual es que si estás contento en tu actual empresa y no has quemado una etapa profesional, ni siquiera te plantees cambiar. Sin embargo, es una
opción que tarde o temprano tendrás que valorar. Puede ser porque recibas una oferta muy tentadora de una empresa de la competencia, porque no encuentres alternativas profesionales atractivas en tu organización o porque se produzca un cambio repentino, como la llegada de un nuevo jefe o un proceso de fusión.
Evita las tentaciones.
Sea cual sea el motivo, no debes dejarte tentar por un puesto de más nivel o un salario más alto sin reflexionar bien cómo afectará este paso a tu futuro profesional. El tamaño de la empresa, su prestigio en el mercado o su rentabilidad condicionarán cuánto valdrás después en el mercado si necesitas
realizar un nuevo cambio. Y este tipo de pasos no suelen tener vuelta atrás. Desgraciadamente, no existen reglas fijas para saber cuál es la mejor decisión, ya que en esta elección entran en juego tanto tus propias motivaciones o preferencias personales como la situación profesional de partida o el entorno laboral en el que se produzca el cambio.

Pautas para cambiar de empresa


1 Escoge entre una pyme, una multinacional o una empresa que empieza 
Si estás pensando en moverte de empresa, debes tener en cuenta que hay pasos que no tienen vuelta atrás. La elección del tamaño y el rodaje de la empresa a la que te marches condicionará para siempre tus siguientes movimientos.

Estrategia

Promoción en una pyme.
“Tu perfil y los conocimientos adquiridos en la multinacional serán muy valorados en cualquier pyme. Hay que partir de la base de que un mismo puesto no tiene la misma dimensión en diferentes compañías. Un director comercial de una multinacional puede ser un puesto del mismo nivel que el director general de una pyme. Pero este paso es una promoción interesante desde el punto de vista del crecimiento profesional, de seguir un movimiento hacia arriba”, dice Nicolás Buisson.
Una empresa que empieza.
Las oportunidades de promoción son aún mayores cuando el paso se da a una empresa que empieza, donde todo está por definir. En este caso, sin embargo, la presión y la dedicación al trabajo puede ser más exigente que en la multinacional. Algo que no sucede cuando se da un paso a una pyme ya consolidada.
Escoge los sectores más dinámicos.
Al decidir este movimiento debes valorar qué sector está ofreciendo mejores
oportunidades en ese momento. “Ahora, por ejemplo, el mercado de la informática, que estaba a cero hace unos años, está a tope. Todas las empresas de informática, Internet, tecnología, sistemas de información, telefonía móvil ´
... ofrecen un gran valor añadido. Además, los sectores que obtienen más rentabilidad suelen ofrecer salarios más altos”, advierte Nicolás Buisson.

Amenazas

No hay marcha atrás.
El mayor riesgo que vas a asumir es dar el paso de la multinacional a la pyme, ya que, según Nicolás Buisson, “una vez que entras en una pyme es muy complicado volver a una multinacional. Por eso, lo mejor es empezar en las grandes y pasar después a empresas más pequeñas si se sienten más cómodos en ellas. Si has trabajado 15 años en una pyme es casi imposible pasar a una multinacional”, asegura.
Período de adaptación.
“Puede haber cierta dificultad al adaptarse a estructuras más pequeñas, más familiares, pero el cambio es posible y deseable, si la multinacional ya no responde a tus aspiraciones”, dice Buisson.

2 Recíclate hacia una profesión independiente.
La posibilidad de recuperar la independencia profesional es también una alternativa para salir del estancamiento.

Estrategia

Consultor.
Si tienes muchos años de experiencia profesional en un área determinada, eres el candidato
perfecto para convertirte en consultor por cuenta propia o buscar una posición de interim manager, profesionales que contratan las empresas, generalmente multinacionales de cultura anglosajona, para desarrollar un proyecto puntual.
Empresario.
“Es una opción que eligen algunos directivos que se encuentran en el paro entre los 40 y los 50, al salir a un mercado en el que la demanda de su perfil es menos fuerte. En estos casos, es importante haber negociado una buena salida con la empresa que proporcione el efectivo necesario para hacer realidad el negocio”, dice Nicolás Buisson.
Tiempo libre.
También puedes tomarte un respiro para realizar tareas que puedan proporcionarte un mayor prestigio profesional. Por ejemplo, puedes impartir clases en una escuela de negocios importante, desarrollar una investigación o
escribir un libro.

Amenazas

Sin retorno.
Salvo que tengas una excelente red de contactos, estos pasos no tienen vuelta atrás. Es muy difícil volver a conseguir un puesto de primera fila en una empresa después de estar fuera del mercado
3 Ficha por la competencia
Llegado el momento de valorar este salto, conviene prepararse también para recibir una contraoferta de la propia empresa.

Estrategia

Si recibes una contraoferta.
Es posible que empieces a ver sólo los lados positivos de tu puesto actual, olvidando lo que te hizo buscar un cambio. Llegado este momento, debes tener muy claros los motivos por los que quieres marcharte: una promoción, mejor salario, huir de un entorno poco atractivo... Piensa si esos motivos han cambiado o siguen ahí. Si no es así, no tienes por qué cambiar tu decisión.
Qué estás dispuesto a ceder.
La incertidumbre y el miedo son lógicos cuando se plantea un cambio de este tipo y lo peor es que nunca sabrás si elegiste la mejor opción. Si la tentación de quedarte en la empresa es muy fuerte, hazte la siguiente pregunta: ¿Estarías dispuesto, sin frustración, a lamentar la pérdida de esa oportunidad?
Dar el paso final.
Si tienes muy claro que vas a marcharte, comunica la decisión con firmeza e intenta no centrar el tema de conversación en el hecho de que te marchas porque has recibido una oferta mejor. Así evitarás el aprieto de tener que rechazar una contraoferta.

Amenazas

Rencor en tu empresa.
Tus superiores pueden pensar que has forzado una oferta que de otra forma no te habrían hecho. Asegúrate de que no llegarán a pensar que recibes de la empresa más de lo que das.
Jefes traicionados.
Muchas empresas consideran una traición que sus empleados se marchen a la
competencia. Debes estar preparado por si reaccionan mal y te piden que te marches enseguida.

HERRAMIENTAS PARA MEJORAR TU CARRERA


Es muy posible que al diseñar tu estrategia profesional descubras que necesitas reforzar algunas áreas para alcanzar tus objetivos. Los cursos de formación, el apoyo de un ‘coach’ o el asesoramiento de profesionales te ayudarán a conseguirlo.
Bien por falta de conocimientos o porque al asumir más responsabilidades necesites desarrollar nuevas habilidades, la formación y el apoyo de expertos te ayudarán a seguir escalando posiciones con éxito. Lo habitual es que los planes de formación los diseñe tu propia empresa, desde el departamento de Recursos Humanos. “La mayoría son programas vinculados al desarrollo de habilidades o procesos de coaching”, dice Miguel Herrezuelo.
Pero la formación no es la única fuente de aprendizaje. Según un estudio del Instituto de Liderazgo, el 22% de los directivos aprenden de otras personas de la organización y un 27% lo hacen aprovechando los cambios de proyecto.
Encuentra tu puesto
La otra cara de la moneda es que necesites reubicarte dentro de la propia empresa o fuera de ella, como consecuencia de una reestructuración o del cierre de una parte del negocio en una compañía. Si eres un profesional valioso y la empresa no quiere prescindir de ti, contratará un proceso de inplacement; si decide que te marches, puede comprometerse a ayudarte a encontrar una salida adecuada con el outplacement.

Diseña un plan de formación propio


1 Detectar y tapar lagunas.
Salvo que vayas a dar un giro radical a tu carrera, lo habitual es que los planes de formación estén enfocados a detectar qué áreas necesitas mejorar para seguir ascendiendo. Así, un
profesional licenciado en Eco-
nómicas puede realizar un más-
ter en marketing si su puesto
de trabajo está muy enfocado a
ese sector de actividad. Un
director general puede pasar
por alguno de los programas de
desarrollo directivo o de lide-
razgo que imparten escuelas de
negocios como el IESE o el Ins-
tituto de Empresa.
Aprender trabajando.
Algu-
nos conocimientos muy enfoca-
dos a la propia estrategia de la
empresa o a la forma de hacer
las tareas sólo podrás adquirir-
los en determinados puestos de
trabajo. Para esta parte de tu
formación, tendrás que buscar
la complicidad de tu empresa.
“Si un directivo necesita desa-
rrollar la visión estratégica, la
empresa puede enviarle unos
meses a la central, para que
conozca la organización desde
otra perspectiva, o involucrarle
en comités de dirección para
que vaya viendo cómo se defi-
nen las estrategias, cómo se
implantan y cómo se desarro-
llan. Si lo que necesita es mejo-
rar su capacidad de negocia-
ción, puede pedirle que asista a
negociaciones de mayor com-
plejidad. Eso es también parte
del plan de formación”, explica
Miguel Herrezuelo.
Cuatro aliados para reciclarte
No limites tu plan de formación a cursos más o menos forma-
les. Los nuevos proyectos y el apoyo de tus superiores pueden
ser imprescindibles para adquirir más conocimientos.
¿Necesitas un ‘coach’
o un mentor?
2
¿Cuándo recurrir al
coa-
ching
?
Si tienes que asumir
nuevas responsabilidades, si en
tu empresa o en tu departa-
mento se produce una reestruc-
turación, si tienes que liderar un
nuevo proyecto o cambiar de
empresa, el
coach
puede ayu-
darte a definir tus objetivos pro-
fesionales o a centrarte en el
desarrollo de competencias
directivas muy concretas, como
la negociación con los clientes,
la evaluación de tus colabora-
dores, la gestión del tiempo o la
forma de hablar en público.
¿En qué consiste?
Es un pro-
ceso de acompañamiento que
se realiza mediante dos o tres
entrevistas mensuales de unas
dos horas de duración. En las
reuniones, tendrás la oportuni-
dad de analizar situaciones
profesionales vividas en tu
puesto de trabajo y que por
algún motivo te preocupen o
que necesites comentar con
alguien ajeno a la organización
y de forma confidencial.
Interiorizar lo aprendido.
La
eficacia del
coaching
se basa
en que se trata de un aprendi-
zaje personal, ya que te obliga
a reflexionar sobre las tareas y
decisiones que te conciernen,
pero nunca te dirá qué o cómo
hacer las cosas.
El coste de un programa de
coaching
oscila entre 4.500 y
12.000 euros, dependiendo de
tus objetivos y de la duración
del proceso.
Los programas de
career
management
y
coaching
te
ayudarán a reflexionar sobre
tu carrera, a adquirir nuevas
competencias y a modificar
habilidades y conductas nece-
sarias para asumir con éxito
tus futuros retos laborales.
3 busca tu hueco en el inplacement
Si tienes la sensación de que no estás dando lo mejor de ti en tu ac
tual puesto
y quieres buscar otro más adecuado a tus habilidades, pide a tus superi
ores tu
participación en un proceso de
inplacement
o reubicación interna.
En qué consiste.
“Una consultora
externa o el propio departamento de
Recursos Humanos realiza un estudio
de las posiciones de la empresa y de las
personas, para ver dónde encaja mejor
cada uno y por qué. El estudio se puede
realizar en una sola área o en toda la
compañía, depende de las necesidades
de la empresa”, explica
Elena Ibáñez
,
directora de investigación y desarrollo
de la consultora Uniconsult.
Cómo aprovechar el proceso.
“La
clave está en la sinceridad al hablar con
los responsables del proceso. Hay que
sincerarse al cien por cien sobre lo que
se quiere y lo que se puede hacer y
cómo dentro de la compañía.También
es fundamental conocer bien la empre-
sa, saber cómo puede cada uno ser
más útil y ofrecer más”, añade Ibáñez.
Formación.
Generalmente, las perso-
nas que entran en un proceso de
inpla-
cement
ya tienen estudios de compe-
tencias, conocen su desempeño y
saben lo que pueden conseguir. Pero
hay también mucho
coaching
durante
el proceso. “El
inplacement
a menudo
implica cambiar de áreas a los profesio-
nales que están preparados para ello. Si
hay una parte técnica que no tienen
cubierta, se les da la formación necesa-
ria”, finaliza Elena Ibáñez.
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Negocia con la empresa tu salida mediante el ‘outplacement
Si tienes que marcharte de la empresa por
motivos ajenos a tus aspiraciones o necesi-
dades, pide a tu empresa que te “compen-
se” con un programa de
outplacement
. La
empresa se compromete a apoyarte hasta
que encuentres una salida profesional que
se ajuste a tus capacidades. De este modo,
evitarás una posible pérdida de tu valor en
el mercado de trabajo, habitual cuando un
profesional se queda en el paro.
Recolocarte en menos tiempo.
Los exper-
tos en
outplacement
te ayudarán a definir lo
que puedes aportar al mercado y a identificar
puestos o alternativas profesionales adecua-
das a tu perfil, a tu trayectoria profesional y a
tu empleabilidad en el mercado en ese
momento. Si es necesario, también te apoya-
rán para que aceptes la pérdida del puesto de
trabajo sin que afecte a tu autoconfianza, a
redactar el currículo o a sacar el mayor parti-
do posible a las entrevistas de trabajo.
Concesiones.
Si has sido despedido, lo más
probable es que tengas que hacer concesio-
nes para encontrar trabajo, como bajar tu
nivel de retribución o buscar un puesto con
menos responsabilidades de las que tenías
anteriormente. Antes de iniciar la búsqueda,
debes haber valorado hasta dónde estás dis-
puesto a bajar tus retribuciones y qué tipo de
puestos de menor responsabilidad podrían
suponer una buena salida sin que afecte
negativamente a tu trayectoria

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