Giuseppe Arcimboldo: El bibliotecario, 1566. Skoklosters Slott, Suecia.
Cuando miraba los estantes de la librería y comprendía que no tendría tiempo para todo, procuraba que en su mente volviera a iluminarse aquel ocurrente consuelo de estirpe clásica: no olvides que un día serás polvo y podrás vivir eternamente entre muchas de estas páginas. ... (Dedico esta NUL, en especial, a mi amigo Antonio Del Camino, sanador de libros, además de poeta, artesano de variados oficios esenciales y, sobre todo, muy muy buena gente. Con un abrazo agradecido 🙏).