¿Merecía la Torre del Oro el Wacu-Libro?

Me consta que muchas revistas y portales de noticias han hecho una reseña de los papeles escritos por Fiona Ferrer y, que se hace llamar su segundo libro "Wacu Girls. Cuando el tiempo hace tic tac" ha sido un simple impuesto revolucionario. Es decir, cuando tu jefe te dice: "Vamos a tener que hacer una entrevista a tal persona sobre su libro, aunque sea una santa mierda". Tu le intentas convencer con tus armas de ética profesional en una mano y un palo en la otra, de que eso no lo puedes hacer porque antes prefieres irte de bares con Carmen de Mairena hasta el amanecer. Muchos de vosotros entenderéis de lo que hablo. Seguro, porque un tío/a con criterio no habla de esto sin sorna. 
Fotografía www.hola.com
¡Sorpresa la mía! Cuando me entero de que Fiona Ferrer entre sus actividades profesionales, además de la de juntaletras es profesora en un máster: "Máster de Emprendedores de Comunicación y Moda" de la Universidad de Sevilla. Ya veis, intentando trasladar sabiduría. Y que a sus pobres alumnos les ha mandado una tarea para casa: organizar a presentación en Sevilla de su segundo libro. Un libro que auguro taan estúpido como el primero. Seguro que alguien me señala diciendo: "¿Acaso lo has leído, chavala?" Yo les diré: "No, ni falta que me hace. Con las 2 páginas de uno tuve bastante. Me quedó claro que Jabois al lado de Fiona, una zapatilla rusa. Ella sí que sabe escribir. Jabois al paro, que Fiona te sustituya en las páginas de El Mundo ¿Qué te has creído?".
Fotografía de http://www.luquepersonalshopper.com
Como sabe la autora revelación de la temporada, hay que reconocer que sabe como nadie aprovechar sinergias. Seguro que pensó: "Date, estos alumnos míos que han pagado por venir a escucharme decir algunas cosejas, les hago yo darme publicidad de la buena con este @wacureto". Y ellos, pobrecicos, que iban a hacer, le han montado una playa caribeña a la orilla del Guadalquivir. ¿La Torre del Oro se merecía mezclarse con este libro-chusma cultural? 
Una presentación genial de un libro, pringando a unos alumnos en un sarao para aprovecharte de la coyuntura; no hace a un libro ni bueno, ni entretenido, ni mucho menos comprable.