La alimentación es un aspecto que siempre tratamos de cuidar en nuestros hijos. Es muy importante que, desde bien pequeños, se acostumbren a tener una dieta equilibrada, variada y saludable. Trabajando este hábito desde las primeras edades tendremos ganado mucho terreno para los siguientes años y su crecimiento. Combinar las verduras, carnes, pescados, legumbres, pasta, fruta… a lo largo de la semana nos aportará muchos efectos positivos en nuestro organismo. Lógicamente, papás y mamás deberíamos hacer lo mismo contribuyendo al ejemplo para nuestros pequeños y, además, haciéndole un gran favor a nuestra salud.
Hoy queremos centrarnos en la importancia de la fruta y, en concreto, en la oportunidad de tomarla de varias formas y en diferentes momentos del día. Nuestros pequeños deben saber que la fruta se puede tomar, por ejemplo, en un zumo, pero también como una pieza entera después de comer o cenar, o como merienda, y también podemos optar por una macedonia para que sea más variada.
Centrándonos en el desayuno, lo que quizás no hemos pensado es en lo rico y nutritivo que puede ser tomar una buena mermelada. Sí, quizás estáis pensando que la mermelada cuenta con demasiados azúcares para nuestros hijos, pero ahí está la clave, en la mermelada que elegimos. En Pequelia hemos tenido la oportunidad de probar una mermelada totalmente artesanal que nos ha dejado muy buen sabor de boca, nunca mejor dicho.
Se trata de la mermelada de La Vieja Fábrica Cremosa, que suma 170 años de elaboración artesanal de este producto, ampliando sus variedades con el paso de los años y manteniendo la calidad y carácter saludable de este manjar basado en la fruta. Para la tranquilidad de los padres y madres, debéis saber que la Vieja Fábrica Cremosa conserva la textura, color y aroma natural de las frutas para que se mantenga ese sabor casero y sin alteraciones artificiales.Los desayunos en familia suelen darse sobre todo los fines de semana, cuando tenemos el tiempo deseado para sentarnos tranquilamente alrededor de la mesa y preparar un buen surtido variado para todos. Tened en cuenta que se trata de una de las comidas más importantes del día, pues es la primera después de nuestras 8-10 horas de descanso sin ingerir nada. Los pequeños y los más grandes necesitamos energías renovadas para empezar un nuevo día. Cereales, zumo, leche, pan torrado… y una mermelada listas en la mesa para empezar. Las de la Vieja Fábrica Cremosa se han caracterizado por ser un producto de consumo familiar, y su preparación artesanal ofrece un producto nutritivo y equilibrado para toda la familia. Lo hemos probado y realmente el sabor es muy natural y sin exceso de dulzor.
Nosotros hemos probado dos sabores totalmente clásicos como son el melocotón y la fresa, probablemente dos de los que gusten también más a los pequeños. Pero, como os decíamos al inicio del post, el paso de los años ha permitido que la Vieja Fábrica Cremosa amplíe la variedad de sabores y de composiciones pensando en todos los públicos. Es por ello que ahora podemos encontrar primero los sabores clásicos como fresas, melocotón, naranja dulce o amarga y la mermelada de frutas del bosque. Una de las primeras variantes, manteniendo estos sabores, son las mermeladas dietéticas, endulzadas con fructosa (azúcar procedente de la fruta) y sin azúcares añadidos. A ello sumamos una gama de mermeladas enriquecidas con fibra alimentaria, que proporcionan un efecto prebiótico o bífidus, muy beneficioso para nuestro sistema digestivo.
Por último, la gama Cocina Selecta cuenta con mermeladas pensadas para hacer repostería o acompañamiento en platos de carne, pescado, pasta o postres. ¡Ya nos gustaría probarlas todas! Pero con lo que hemos degustado ya nos damos por sasitfechos. Simplemente esperamos que esta recomendación os resulte interesante y que acompañéis los desayunos familiares con una mermelada artesanal y saludable.