En Madrid, en el distrito de Vicálvaro, hay un mesón que ha cumplido 50 años y sigue en plena forma ofreciendo.... lo mismo de siempre.
Yo vivo en Vicálvaro, uno de esos distritos de Madrid que hasta hace poco más de 50 años eran municipios independientes. Pueblos que vivían de prestar servicios a la gran ciudad y de la industria cementera que se asentó en sus terrenos.
El pueblo estaba sembrado de tahonas que producían el pan que se comía en Madrid. También había una vaquería que, además de producir leche, daba desayunos a los panaderos del pueblo. Un cambio normativo y la nueva realidad urbana que transformó la villa en barrio de extrarradio (muy extrarradio) obligó a la vaquería a cerrar y a cambiar su línea de negocio, para pasar a centrarse en algo que la matriarca del clan, sabía hacer muy bien. Dar comidas.
Con los años el distrito ha cambiado mucho. El tren de Arganda "Que pita más que anda", ya no atraviesa sus terrenos. Ya no está tan lejos de Madrid y ha crecido, ahora tiene un campus universitario donde antes hubo un cuartel; la fábrica de cementos se fue, llegó el Metro y los nuevos barrios con sus parques. Pero el centro sigue siendo un pueblo. Su trazado lo deja claro.
Ya no hay tahonas ni conventos, ni lavaderos ni vaquerías, pero nos ha quedado el Mesón El Águila, donde la familia sigue dando de comer (y muy bien) a los lugareños y a muchos visitantes.
El local tiene dos plantas, una a pie de calle donde se tapea y se toma el vermú y dónde, además, puedes disfrutar de una terraza interior.
Su decoración es claramente viejuna, de Mesón castellano de toda la vida. Fue un estilo muy utilizado en Madrid hace mucho tiempo, pero si sigue funcionando en los pueblos de Valladolid o Ávila, ¿por qué no en Vicálvaro?. De hecho, creo que su público fiel llevaría mal un cambio, está preso de esta imagen de asador castellano.
La barra es muy amplia, el servicio rápido y ruidoso. En cierto sentido es un canto a otros tiempos de taberna castiza. Por cierto, muy recomendables sus revolconas o sus vermús
El comedor está un piso más abajo. Seguimos con vigas de madera y una carta con asados y referencias muy tradicionales.
Todo funciona como un reloj, los menús del día se sirven con presteza y hay buenos, y muy clásicos vinos para el que se salga del guión y opté por una paletilla de cordero.
Conclusión:
Si algo funciona bien, ¿para qué cambiar?, sigue habiendo un público amplio para una oferta gastronómica muy tradicional. El Mesón El águila es una buena opción para los que gustan de un ambiente de asador castellano sin salir de Madrid o de trabajarse una barra y unas cañas bien tiradas.
Ingredientes:
- Dónde: Calle Lago Como 2, casco antiguo de Vicálvaro, 28032 Madrid
- Cuando: En cualquier momento, especialmente a la hora del aperitivo.
- Ambiente: Barrio, reuniones familiares, grupos de amigos en la barra y a diario comidas de trabajadores y oficinistas de la zona.
- Con un par de guindillas recomienda: Trabajarse la barra.
- Precio medio: 30-35 €