México y EE.UU, ¿Un destino común?

Ya en un artículo anterior, hablamos de la notables diferencias culturales y económicas que hay en México, sobretodo, destacando dos regiones, el centro-norte y el sur, sin duda alguna, no podemos pasar por alto estas diferencias antes de empezar a analizar los posibles futuros que puede tener el país.

Algo con mucho tiempo cociéndose

Muchos autores, desde hace por lo menos cuatro décadas, hablan del destino común que tienen los EE.UU y México, sobretodo, el suroeste de los EE.UU y el norte de México, algo que cada vez más es una realidad, si observamos las cifras demográficas de los hispanos y el intercambio comercial entre esas dos regiones de EE.UU y México. Por otro lado, no podemos negar, las persistentes resistencias a ese resultado, tanto desde EE.UU como desde México, incluso, algunos autores en EE.UU hablan de una inevitable guerra entre ambas naciones antes de que termine el siglo.

Nadie podrá rebelarse a la realidad

Ese conflicto entre el cambio y la resistencia al cambio produce mucha inestabilidad política que tiene consecuencias económicas, para no ir más lejos, el fenómeno Donald Trump es la expresión de ese conflicto, también México tiene antecedentes de fuertes resistencias a cualquier unión o relación los EE.UU bien arraigados tanto en la izquierda social como en la derecha tradicionalista.

Sea mediante una transición pacifica o en el peor de los casos una violenta, nadie podrá evitar el cambio que se viene, sobretodo por las dificultades que están teniendo los blancos protestantes para mantener su población, al contrario de los hispanos cuya demografía muestra un crecimiento sostenido. Ahora bien, de ninguna forma esto significará una réplica de México en el suroeste de los EE.UU, no hay que olvidar que a final de cuentas, los hispanos residentes en esa zona se desenvuelven en estructuras e instituciones sociales diferentes a las de México que tendrán un impacto sobre los valores y la cosmovisión particular del mundo, tanto para bien como para mal, por lo menos México tendría que mejorar mucho su parte de estado de derecho para poder formar una sola unidad política con esa región, y así poder decir que se han recuperado los territorios perdidos.

En el más conservador de los casos, ambas regiones seguirían de la forma en como están actualmente, con la diferencia de que étnicamente, el suroeste de EE.UU sería básicamente hispano y con las consecuencias políticas que eso pueda llevar, como por ejemplo, un estatus político diferente al del resto del país, pero, impensable es, incluso en este escenario un alejamiento entre ambas regiones de México y EE.UU, a menos de que ocurra un evento político estilo URSS con su muro de Berlín y otras reglamentaciones aislacionistas, lo cual hasta el momento es poco menos que imposible.