"Los niños usualmente no se culpan a sí mismos por estar perdidos. Son los adultos." Anna Freud.
Uno de los problemas más comunes que enfrentan los niños de edad preescolar es el control de los esfínteres, en otras palabras controlar la pipí y la popó, para cuestiones prácticas nos enfocaremos en el control de la pipí.
La enuresis como medicamente se le conoce a la falta de control de la pipí es la emisión repetida de orina durante el día o la noche en la cama o en los vestidos -sea voluntaria o intencionada-, por lo menos dos veces por semana durante un mínimo de tres meses consecutivos, en un niño/a con una edad cronológica de por lo menos 5 años o un nivel de desarrollo equivalente (DSM-IV-TR Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales)
El control de los esfínteres en sí supone un cambio de comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada, por lo que es importante comenzar a enseñar a nuestros hijos con nociones básicas, tales como arriba, abajo, atrás, adelante, etc, esto con la finalidad de poder seguir instrucciones a la hora de ir al baño.
Es importante mencionar que cualquier situación que produzca ansiedad y tensión puede interferir en el proceso del control de la pipí.
La Sociedad de pediatría de Asturías, Cantabria y Castilla y León mencionan que entre los 18 meses y los 3 años se produce la maduración de los centros nerviosos cerebrales, de manera que entre los 2 y los 4 años la mayoría de los niños pueden controlar adecuadamente ambos esfínteres (vesical y anal) y por tanto pueden comenzar a “avisar” su deseo, siendo capaces de retrasar el momento de la micción o defecación y de hacerlo en el momento y lugar deseado (Control de esfínteres en los niños, extraído de: https://www.sccalp.org/documents/0000/0380/esfinteres.pdf )
Pero ¿cuáles son las causas de esa falta de control?
1.- Tensiones o ansiedad. Puede que en la familia exista algún acontecimiento que este generando demasiada presión en el ambiente y esto puede ocasionar un retraso en el control de la pipí, quizá sea la llegada de un nuevo miembro, separación de los padres, violencia familiar, entre otras.
2.- El exceso de castigos que se implementan cuando se les enseña por vez primera a ir al baño puede interferir en el control.
3.- En muchos casos el control de la pipí está relacionado con la capacidad vesical, es decir, no todos los niños y las niñas tienen la vejiga del mismo tamaño, existen casos en los que la vejiga es más pequeña de lo normal, además no todos tenemos la misma capacidad de almacenaje de los líquidos y de aguantar periodos largos para ir al baño.
4.- Puede deberse a una deficiencia en el desarrollo neurológico, es decir, es decir algún retraso a nivel cerebral a causa de enfermedades o problemas en el nacimiento.
5.- El factor genético juega un papel muy importante. La herencia es un aspecto importante, por ejemplo si uno de los padres tuvo dificultades en el control de la pis existe una probabilidad bastante alta de que el o los hijos puedan tener este problema también.
6.- Puede también presentarse por alguna infección o inflamación, los cuales debemos de descartar con alguna exploración médica.
Debemos resaltar que las causas antes mencionadas tienen como fin dar mayor entendimiento e ilustrar de mejor manera la situación que nuestros hijos están viviendo. Es imprescindible buscar ayuda médica en el caso de los últimos tres puntos mencionados; visitar a un especialista, pediatra, urólogo, neurólogo según sea el caso, ya que son estos las únicas personas que pueden descartar o dar un diagnóstico, en caso de que esto suceda llevar tratamiento médico es necesario.
¿Qué debo hacer para ayudar a mi hijo a que ya no siga mojando la cama?
Lo que a continuación se plantean son estrategias para mejorar los hábitos de crianza, es decir, comenzar a enseñar a nuestros hijos a ir al baño y así disminuir la tensión y ansiedad que esta etapa genera:
1.Evitar castigarlos, por el contrario debemos recompensarlos cuando logren hacer pis en el baño, por ejemplo podemos felicitarlo, realizar alguna actividad que el desee por ejemplo su juego favorito o elogiarlo, recordemos que las pequeñas cosas pueden ayudarnos a que logren mejor el control.
2.No debemos adoptar actitudes recriminatorias o negativas ya que pueden ser reforzamiento de la misma conducta.
3.Por nada debemos comprarlos con los hermanos, primos u amiguitos, lo único que esto conllevara será aumentar la tensión y dificultar el control de la pis.
4.Debemos impedir las burlas hacia nuestro hijo, podemos hablar con el haciéndole ver que probablemente no es el único niño con este problema.
5.Y no nos olvidemos de MOTIVARLOS; aun cuando solo haya sido un intento por llegar al baño debemos hacerlo.
El hecho de que nuestro hijo moje la cama de manera repetitiva y contante y además presente fatiga, falta de apetito, irritabilidad, apatía, pérdida o aumento de peso, insomnio, agresividad o algún cambio en la conducta de manera repentina es un foco rojo y por tanto debemos buscar ayuda psicológica de manera inmediata, ya que estos son síntomas o señales de algún acontecimiento traumático tales como falta de atención, acoso escolar, violencia, abuso sexual e incluso es bastante común cuando los padres se están divorciando, en estos casos la psicoterapia nos darán la solución.
Gracias por haber visitado nuestro blog "Ayuda psicológica en línea", te recuerdo que muy pronto estaré publicando la continuidad de este articulo; te invito también a leer otros articulos de interes que se publican semana a semana en este blog.
Nathalie Núñez
Psicóloga
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