Soy friki. Y a mucha honra.
Para empezar, soy una obsesa de los libros y la literatura, cosa que ya de por sí me convierte en friki por definición. Soy de las que a veces prefiere quedarse en casa leyendo o navegando por Internet (*cof* *cof* blogosfera literaria *cooof*) que quedar con las amigas. Soy de las que cuando entra en una librería, se para, cierra los ojos y respira profundamente. Soy de las que, cuando se compra un libro, lo primero que hace es investigarlo: examino la portada, el título, el autor, miro la edición (si es de tapa blanda, con cobertor, solapas...), leo la sinopsis, la biografía del autor, lo abro por el medio y lo huelo... A pesar de que muchas amigas mías son lectoras, ninguna de ellas lo es a mi modo. A ellas les gusta leer, pero para mi es algo más. Es... parte de mi vida. En persona, no conozco a nadie que ame los libros tanto como yo, cosa que me haría sentir extraña si no fuera por que sé que no soy la única.Sin embargo, y además, soy también friki de otras muchas cosas. Tal vez sea por genes (*cof* mi padre *cof*), pero también soy friki de los superhéroes y los videojuegos. No llego al nivel Sheldon Cooper, pero soy bastante fan de Marvel y todos sus superhéroes, me encanta jugar a videojuegos (aunque no se me dé muy bien) y, además, me parece que estoy desarrollando pasión por los cómics. En mi habitación tengo un calendario de Marvel, una camiseta de The Big Bang Theory, otra camiseta de En llamas, de un póster ultramegagigante de Los Vengadores (película), un póster de Lobezno Inmortal, otro póster de Superman; El hombre de acero, una Crónica Visual de Marvel, una recopilación con todos los cómics de El poderoso Thor, un dibujo de Capitán América y algunos cómics de superhéroes, entre otras cosas. Aún y así, mi frikeza (¿se dice así?) no es puramente material. Es algo... difícil de describir. Es algo que llevo dentro. Es aquél sentimiento que me llevó a disfrazarme de Spidergirl ayer por Carnaval, es el instinto que me hace abrazar a la estatua de Batman que hay en la fnac, de ponerme a jugar a los videojuegos de prueba de las Gamestore o de gritar cuando veo mi libro favorito en alguna librería. Es algo tan mío que, de no tenerlo, no sería yo. Sin embargo, el hecho de tenerlo me hace bastante distinta a la gente de mi alrededor. Ni siquiera mi hermano es tan fanático de todo como lo soy yo. Mucha gente me menosprecia por la pasión desenfrenada que desprendo por todo lo que ya he nombrado. Y sería algo muy duro de llevar (casi lo podría llevar en secreto) si no fuera por mi ORGULLO FRIKI. El orgullo friki es lo que me hace decir "Pues mira, me encanta esto, soy así y soy feliz con ello. ¿No te gusta? Te lo pierdes", cuando algún impertinente me dice lo que sea. Toda mi familia y amigos saben lo friki que soy (y lo que llego a ser en ocasiones) y a veces, hasta presumen de ello. No son pocas las veces que mi madre ha presumido de lo mucho que lee su hija, o de que alguna amiga mía le ha hablado a alguien de lo apasionada que soy. El viernes mismo (véase que hoy es domingo) fui a comprar mi disfraz de Carnaval, de Spiderwoman, y mi padre le dijo a la dependienta: "Si es que me ha salido una Marvel, como yo", lleno de orgullo.Lo que siento cuando leo un buen libro, la emoción que experimiento jugando a videojuegos (o viendo gameplays por que no me puedo comprar el juego) son cosas que hacen que mi corazón late cada día. Sin ellos, yo no sería yo.
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