Mi sensibilidad hacia México

Muchas veces me han preguntado si me averguenzo de ser mexicana por mis recurrentes "pocheses" al hablar, por mis apellidos no regionales, incluso por mi tono de piel. Y me río.
Me río por qué ¿A qué persona le daría vergüenza ser mexicana?
Porqué para mi, es un gran honor.
Hablo de esto porque en cinco días se festejará la Independencia de México, hecho que ocurrió en 1810 con el grito de Dolores, en un pequeño pueblo de Hidalgo. El grito fue proclamado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla con Ignacio Allende y Juan Aldama. Personajes que se encargaron de difundir la palabra "independentista" contra el virreinato Español que nos había reinado por más de tres siglos.
Y lo digo de buena forma, pues históricamente, España llegó al México Tenochtitlán avasallando a Mayas y Mexicas hasta que por fín se adueñaron del territorio en nombre del Rey Carlos I y quince años después, comienza el Virreinato de la Nueva España. Con su indulgencia catolica - política guiada por franceses, "educaron" a criollos y mestizos, llamadas las nuevas generaciones. (Hijos de españoles y nativos e hijos españoles nacidos en la Nueva España). 
Pero obviamente, había demasiado territorio que no podían abastecer, fue cuándo aparece la colonia y en España, la Santa Inquisición y en resumen era "El que no estaba de acuerdo con la iglesia, iba a la hoguera". 
Finalmente y gracias a la invasión francesa y la crisis política del Virreynato se proclamaron ciertos rebeldes que encausaban a sus guerrilleros y catedráticos hacía un golpe de estado que exigía la independencia de la Nueva España(si, después de 3 siglos) para llamarla finalmente Imperio Mexicano y hacer valido el llamado del pueblo. (Pero pasó a ser legítima hasta 11 años después).  
No me hace falta decir que me sé la historia de México porqué me gusta, lo adoró y me enorgullezco de mis raíces indígenas. Que siguen siendo reconocidas por muchísimos méritos científicos, arqueológicos, astrológicos, matemáticos, culturales, políticos y sociales.
Amo su flora, su fauna, sus ríos, sus mares, sus montañas, su gente, su cultura, . Amo con todo el corazón su aire, sus comidas, su música. Los ricos dulces, los juguetes artesanales. Las tradiciones, el olor de las flores. Amo sus calles, el perfume de todo lo que rodea México, sus colores. Su pasado llenó de tristeza, pero también de triunfos. Amo a su gente trabajadora que siembra, cosecha y vende. La que se levanta todos los días de madrugada y va a trabajar con un pan en el estómago. Amo a la gente luchona que ama su trabajo. Ama a la gente que ama a su familia y hace todo por ella. Por qué no solo somos tequila, tacos, futbol y mariachi. 



Pero si me hace falta decir que odio el México de ahora. Odio a las personas que se avergüenzan de sus raíces. Odio a las personas que humillan a otras por ser de otro tono, de otro tipo, de otra cultura. Odio a las personas que solamente se la llevan quejándose del gobierno y no hacen nada para solucionar cuestiones sociales, pero si están para estirar la mano cuándo hace falta. Odio la corrupción. Odio la violencia. Odio a los políticos. Odio a los ratas. Odio a la inocencia perdida. Odio a los degenerados, a los maltratadores, a los machistas, a los lamebotas y a los que se ocultan detrás de una bandera manchada de sangre. 
Odio que desaparezcan personas, odio que nadie las busque.
Odio vivir con miedo y odio que mis sobrinos tengan miedo de hasta su propia sombra. 
Por eso no me averguenzo de vivir en México, me averguenzo de la gente que piensa que es algo malo. Qué es algo que tendría que ocultar. Algo que se omite.
Soy mexicana. ¿Y qué? 
A mucha honra compa. 
Saludos, Max.