En cuanto a la historia, ¿alguno de vosotros ha leído La profecía del Cuervo de Maggie Stiefvater? Para los que no, comentaré algunos parecidos que comparte con Silber, como la aparición de un grupo de chicos que tiene mucha relación con la protagonista. Esto no es algo que inventase precisamente Stiefvater, ¡ojo!, de hecho, hay un montón de películas/manga/animes/juegos (véase artículo de juegos otome) en cuya historia la prota tiene que escoger entre una tropa de chicos calientes, inteligentes, misteriosos, fuertes y llenos de habilidades ocultas, por el que el resto de las chicas del instituto babean y, obviamente, querrán hacer la vida imposible a la "afortunada". Pero claro, si los bollos de chocolate traen calorías (a pesar de lo buenos que están algunos), estos personajes masculinos están con las pilas cargadas de problemas y pasados que convertirán el mundo de esa mujercita tan dichosa en un cesto de inquietudes y dudas que deberá ir resolviendo poco a poco. En Silber ocurre igual, aunque tiene la garantía de que Kerstin nos deja claro desde el principio que hay un chico que destaca por encima de los otros (¡Y menos mal, porque cada uno tiene su parte ultra sexy!).
Otro dato argumental fuerte es la aparición de una bloguera (¿o podría ser bloguero?) cotilla-chivata, y que usa pseudónimo para todas sus fechorías, que se encarga de revelar todos los secretos más íntimos y bochornosos que corren por el instituto-colegio privado de la historia. ¿Os recuerda tal vez un poquillo a Gossip Girl? Sí no habéis tardado ni un segundo en pensarlo, apuntaros de mi parte tres puntos, porque efectivamente, así es. No obstante, la novedad de todo esto es la forma en la que es tratado por la escritora. Claro que para saberlo, le tendréis que dar una oportunidad a Silber.
Pero todavía hay información de más interés, caso es la aparición de un guapo hermanastro. ¡Toma ya! (¿De verdad no habéis pensado en La familia Crece/Marmalade Boy?, si lo habéis hecho, ya tenéis dos puntos más). Éste en concreto se llama Grayson y es tan dulce, honesto, honorable y mono como un conejito blanco achuchable. Hace de hermano mayor y es muy sobreprotector, curiosamente incluso más que con su hermana de sangre. ¿Podría ser que en la segunda entrega haya algo más entre éste y Liv Silber? Si es así, Henry, el amigo en discordia de Grayson, va a pasar un muy mal rato con la competencia. Pero tal vez, seguro que si preguntamos a Secrecy (la bloguera cotilla/chivata) saquemos alguna pista. Aunque Henry tampoco tiene nada que envidiar, su lado "misterioso/inquietante" tiene también mucho que ofrecernos a lo largo de los capítulos.
Respecto a los sueños. Uno de los motivos que más me frenaban a leer Silber era precisamente esta temática que no me atrae NA-DA. ¿Os pasa también a vosotros? En mi caso desconozco por qué, pero así es. Sin embargo... ¡Por Dios! Está escrita por Kerstin Gier, era imposible que no llegase a engancharme a la novela. En caso de que me preguntéis libros de esta misma temática, pues os puedo mencionar (aunque no los he leído) los de Lisa McMann, Azul para las pesadillas de Laurie Faria Storlaz, Sylvia de Jill Hathaway y Oscuridad de Elena P. Melodia. No obstante, dudo que se parezcan en algo más que en la relación de los sueños.
En cuanto a otras características que me han gustado y, aunque no tan significativas, las mencionaré: Liv es la prota, y su apodo viene de su nombre completo Olivia. Tiene una hermana pequeña, a la que le gusta pasar el rato haciendo de detective y correr rumores falsos para revelar la auténtica identidad de Secrecy. Por otro lado, está la au-pair alemana que las cría mientras su madre trabaja, Lottie. Ésta tiene un acento raro incluso en su país natal, pero eso sólo hace que aumentar más y más el cariño que le tiene la familia, además es una auténtica cocinera, especialmente de cupcakes y otro tipo de dulces que les apasionan a todas. En contraste, la madre de Liv es una loca empedernida que siempre está cambiando de pareja desde que se divorció. No obstante, ha encontrado el marido perfecto en el padre de Grayson. Lo que provoca que todos terminen conviviendo en la misma casa. ¿Cuántas cosas ocurrirán ahora que todos viven juntos?
Silber es el primer título introductorio de la trilogía que no sólo nos habla de los sueños, sino que nos hace vivírlos y participar en ellos. Cualquiera puede ser Liv Silber y caminar por ese pasillo repleto de puertas. Soñar es gratis y libre, es apasionante y divertido. Y eso es lo que Kerstin ha logrado, abrir no sólo nuestros corazones sino conseguir que la fantasía pueda ser también una realidad que cualquier lector puede hacer posible. Definitivamente, espero una inminente continuación.
Agradecimientos a B de Blok (Ediciones B)