Revista Cultura y Ocio
Mi vida querida: Alice Munro no enseña a sentir
Publicado el 04 agosto 2013 por Elenam @elena_mendez_pe
Hombres y mujeres de vidas corrientes. Situaciones cotidianas. Estas son las piezas con las Alice Munro construye su peculiar poesía en Mi vida querida. Relatos en los que palpitan corazones y en los que siempre aguarda una sorpresa de sabor agridulce. Un sonrisa brota en nuestro labios y a veces muere para dar paso a una lágrima, a un suspiro acongojado. Los adjetivos escuetos, las imágenes en blanco y negro, la sensibilidad a flor de piel. Y esas mujeres, siempre esas mujeres, heroínas de sus vidas, venciendo a la enfermedad, a la soledad, a los abusos, al desamor, sin aspavientos, sin dramas. Heroínas estoicas. Relatos que se leen como poemas. Historias que llegan al alma y que la llenan. Literatura profunda con la que Alice Munro nos enseña a sentir. Nos descubre la importancia de un beso, de un gesto. ¿Se puede pedir más? Que siga escribiendo.