En estos días Irán se me ha colado en lo cotidiano. Sigo las noticias de nuestros laberintos políticos que no logran ni abordar el futuro, ni esclarecer el pasado haciendo sólo círculos en el presente, mientras leo a Azar Nafisi, una escritora iraní que desmenuza, mientras lee clásicos literarios con sus alumnas, su angustia por sentirse ajena en su propia tierra.
También me dura el estupor desde 1988 cuando supe que el escritor británico Salman Rushdie fuera sentenciado a la pena de muerte por la autoría de su libro “Versos Satánicos”. Más de veinte años después, sigue midiendo cada uno de sus movimientos porque, a pesar que el gobierno de Irán expresó públicamente no tener intenciones de ejecutarlo, algunos grupos extremos interpretan que su sentencia tiene carácter religiosa y, sólo puede ser abolida por quien la emitió. Fue el Ayatollah Komeini, murió en 1989.
Hoy, sin embargo, quiero detenerme en una nota que aparenta ser de color e incluso frívola pero que querría destacar como reconocimiento a la lucha por las libertades de tantas mujeres en Irán que son obligadas a cubrir sus rostros, sobre las que, por ejemplo, se conjetura si tienen o no derecho a salir de su país sin autorización expresa del hombre “que las tiene a cargo”. Digo frívola porque llegó a mí en la cuenta de twitter de Huffingtonpost en su segmento “Style”. Su título: “Michelle Obama. La agencia de noticias de Iran Fars altera la foto de la Primera Dama en los Oscars”.
La noticia se refiere al momento en que la primera dama de USA entrega el máximo premio que una película puede obtener, que en la edición 2013, se llevara “Argo” acusada en Irán de estereotipar a su pueblo (curiosamente el mismo que hace un año festejaba el primer Oscar a una película iraní, "A Separation"). Las fotos en cuestión son las siguientes, no nos costará mucho detectar las evidentes diferencias:
Los hombros torneados de Michelle están recatadamente cubiertos con unas mangas cortas y el escote, elevado para cubrir completamente su cuello. Shadi Sadr, una abogada y destacada activista por los derechos de la mujer declaró a The Guardian el 15 de Enero de este año que pareciera que el gobierno iraní cree que las mujeres debieran tener dueños con poder para ejercer control sobre ellas. La agencia de noticias pareciera no contradecirla. Aunque de manera simbólica, decidió cuál era la vestimenta adecuada para quien hoy es la mujer más conocida (y fotografiada) del planeta.