Midnight in Paris era la película que había reconciliado a Woody Allen con sus seguidores después de las flojas, muy flojas Vicky Cristina Barcelona y Conocí al hombre de mis sueños. Los seguidores de éste blog, y sobre todo los bloggeros que me tienen en facebook, saben que Allen no es santo de mi devoción. No me disgusta, tiene algunas películas genialescomo Poderosa Afrodita, hay muchas con grandes críticas que no las he visto, pero lo encuentro un poco sobrevalorado. Quizás el querer hacer una película al año, hace que inevitablemente tenga una carrera irregular.
Midnight in Paris nos cuenta la historia de Gil quien con su prometida y los padres de ella viaja a París por negocios y placer. Gale es un joven escritor, nostálgico que sueña con haber vivido en los años 20 en París, rodeado de personalidades como Picasso,Buñuel, Hemingway, Scott Fitzgerald y otros intelectuales. Una noche en la que anda perdido por las calles parisinas, cuando tocan las 12 aparece un coche que le transporta a la época dorada parisina donde vivirá una aventura que el cambiará su manera de pensar y su vida.
Midnight in Paris va más allá que las otras anteriores películas porque además de el paseo turístico que también veíamos en Vicky Cristina Barcelona, nos construye un nostálgico mundo. La nostalgia del protagonista traspasa la pantalla y pronto el espectador se siente mucho más atraído por el París de los años 20 con todos esos nombres que por la sosa, vista y predecible historia de trasfondo sobre una pareja que no se entiende, pero que está junta por comodidad.
Woody saca el máximo rendimiento de una fantasía que con elegancia plasma a la pantalla. La originalidad de poder ver con nuestros propios ojos una visión idealizada de lo que hubiera podido ser una conversación entre Fitzgerald y Hemingway en un antro parisino a altas horas de la madrugada; o una fiesta de intelectuales, o unos diálogos con un joven Dalí y Buñuel, pasando por ver a Picasso discutir con su supuesta amante. Allen ha dejado volar su imaginación y nos ha conseguido hacer creer en un mundo a camino entre la magia y la nostalgia.
Ésta película se disfruta por sus secundarios. Todos unos papeles muy pequeños, pero de esos que dejan huella. Unos personajes que enriquecen la película y aporta matices. Ver copias de Scotts Fitzgerald, Zelda Fitzgerald, Hemingway, Picasso y Dalí entre otros es único y original. Y ver a actores como Adrien Brody haciendo de Dalí es impagable y te saca una sonrisa. La misma sonrisa que te saca una simpática actuación de Owen Wilson como protagonista. Sin ser una grande interpretación, consigue sacarse todos los tics y los vicios de sus películas cómicas, y ofrece una actuación madura. Marion Cotillard interpreta a Adriana, interés amoroso de Hemingway y amante de Picasso. Una femme fatale que cautiva a Gil nuestro protagonista con sutileza y elegancia. Otra gran actuación de la francesa de moda y de una de las actrices con más futuro de la actualidad. El reparto lo completan Rachel McAdams, Kurt Fuller, Mimi Kennedy, Michael Sheen y Nina Arianda como prometida, futuros suegros y amigos del protagonista en el París actual; y Yves Heck, Alison Pill, Corey Stoll, Tom Hiddleston, Kathy Bates entre otros.
Como conclusión, Midnight in Paris es una película simpática, curiosa y pasa en un abrir y cerrar de ojos. No es una gran película, ni una obra maestra, pero si te deja muy buena sensación al acabar de verla. Una sensación nostálgica.
Nota: 6/10