Miedo a las alturas. Miedo a la crisis de los treinta, la crisis de las cuarenta y cincuenta. Miedo al día que te despiertes con 75 años, te duela todo al levantarte de la cama y ver un puñado de pastillas en la mesilla de noche. Miedo a pasar por mil fases. Miedo a pasar esas mil fases en un solo día y no poder hacer nada. Miedo a las alturas de la vida. Vértigo. Miedo a no poder vivir a ras de suelo para no tener que mirar hacia abajo y solo mirar hacia arriba. Miedo a no tener brújula para poder guiarte y no poder usar las estrellas porque el cielo sigue nublado. Miedo a seguir cumpliendo años y no encontrar el botón para poder parar. Miedo a no poder congelar los buenos momentos y a la obsesión por buscarlos. Miedo sin más. Miedo a la vida. Miedo con más.