En este pueblo nació mi padre y como no podría ser de otra forma, hoy en mis fogones se cocina a su manera. Las migas de Santa Bárbara son exquisitas y quizás, por la sencillez de sus ingredientes, se convierte en un plato único. Una receta que no podría faltar en "Que no te falte un perejil", pues se trata de una de esas joyas gastronómicas que debemos mantener en nuestro recetario.
Hoy ha sido mi padre el que se ha puesto delante del perol. Mientras cocinaba, me iba contando algunas anécdotas y cómo se comían y se cocinaban en antaño.
Las migas se hacían por la mañana, de madrugada casi, para que los trabajadores comieran contundente, antes de salir al campo al amanecer, ante una dura jornada de trabajo. Los estómagos debían ir bien llenos y cargados de energía. Se cocinaban en los cortijos, donde al calor de la chimenea se hacían a fuego lento. Un gran perol se colgaba de una cadena dentro de la chimenea para que la candela no le diera directamente y, poco a poco, el olor a ajo y pan iba inundando la estancia. Se acompañaban con vino, aceitunas, rabanillas, naranjas , sardinas, huevos y las terminaban con un buen tazón de café pucherero con leche. El perol se llevaba a la mesa y los hombres se iban acercando a comer directamente de él. "Cazuelita de pan en mano" y, sin remilgos, daban buena cuenta de ellas.
De esto hace ya mucho, fueron otros tiempos que quedaron en el recuerdo.
Espero poder transmitir el cariño con que se han hecho y más, cómo las hemos festejado y disfrutado toda la familia en mi casa.
Esperamos que mi padre, el abuelo Gonzalo, nos siga haciendo muhas veces, estas migas tan nuestras y tan suyas.
Mi madre las hacía de otra manera, pero... esa historia será otro día.
INGREDIENTES
- 1 pan de pueblo bien grande
- 2 cabezas de ajos
- 1 o 2 patatas medianas
- sal
- aceite de oliva suave
- 1 vaso de agua
- naranjas
- vino mosto ( nosotros tomamos mosto del Condado de Huelva )
- aceitunas
- rabanillas
- sardinas asadas
- huevos fritos
- café con leche ( cuando ya se dejaba de tomar el vino, lo susutituían por café )
PREPARACIÓN
Lo primero que haremos es rebanar el pan, rebanadas finas, de medio centímetro ( más o menos ).
Mientras tanto pondremos aceite a calentar en un perol bien grande ( 400 ml. de aceite, tenéis que tener en cuenta que hemos cortado mucho pan, si es menos vuestra cantidad habréis de reducir la cantidad de aceite ).Una vez caliente, echamos un trozo un trozo de pan para saber si el aceite está en su punto, empezará a chisporrotear. Retira el aceite del fuego, quita el pan y espera a que se temple.
Volvemos a colocar el perol al fuego, ponemos fuego bajo, y vamos poniendo tandas de pan.
Cuando hayamos colocado casi la mitad del pan que teníamos cortado, añadimos los ajos enteros , sin pelar.
Ponemos también las patatas peladas, cortadas en rodajas, con un poco de sal.
Colocamos encima el pan restante.
Ahora es el momento de añadir al agua , bien repartida por toso el pan. Sin mojarls demasiado, deben quedar húmedas simplemente.
Ahora habrá que esperar, seguimos siempre a fuego bajo para que no se queme la base. Estarán listas para darles la vuelta, cuando al poner la mano encima del pan y hacer un poco de presión sobre él, se mueuvan sin esfuerzo en círculo.Es hora de darles la vuelta. Se hace con una tapadera que cubra el perol, como no la tenía tan grande, me las apañé ( eso sí me tocó a mí, jejejejeje ), con dos paletas de cocina. Se da la vuelta como si se tratara de una tortilla. Esperamos a que se hagan por el otro lado y recuerda, siempre fuego muy lento. Añade otro vaso de agua, bien repartido por todo.
Esperamos de nuevo a que se muevan sin esfuerzo por abajo. Retira del fuego y comenzamos a "cacear la migas". Con paletas o cucharas demadera, vamos caceando ( partiendo el pan ), de esta manera:
¡¡ Ya tenmos listas nuestras migas, nos vamos a la mesa !!
Ahora, cada uno la acompaña con lo que más guste, yo con un poo de todo ( se me olvidó hacer foto a la sardina, jajajaja ).
No me quiero despedir hoy sin felicitar a todos los andaluces. Mañana es el Día de Andalucía, tierra de la que me siento orgullosa de haber nacido. Nada mejor que brindar para la ocasión, con un vino del Condado de Huelva. Un mosto de excelente calidad, concretamente de Bollullos Par del Condado.