El origen de "Migliaccio" se remonta al tipo de harina que se utilizaba en sus orígenes, harina de "miglio" (mijo). A lo largo de los años la receta se ha ido modificando y actualmente no se utiliza este tipo de harina, sino sémola dura de trigo.
Siempre se consideró una receta de "pobres", de campesinos, por la sencillez de sus ingredientes, además de ser una tarta que también se elaboraba en los conventos por las monjas.
Es una receta que encontré gracias a Pinterest en un blog italiano. Sobre todo, estas cantidades son ideales para un molde desmontable de 18 cm.
Abrir la vaina de vainilla, raspar el interior y ponerlo junto la leche y la sémola en un cazo. Cocer sin dejar de remover unos 10 minutos. Veréis que la sémola absorbe la leche y queda como una pasta, añadir entonces el azúcar remover hasta que se disuelva y apartar del fuego y dejar enfriar.
Una vez frío, mezclar con el queso riccota. Cuando se haya integrado bien, ir añadiendo uno a uno los huevos y no añadir el siguiente hasta que no esté bien integrado el anterior. Ahora ya incorporamos el limoncello (yo no tenía y puse licor de naranja y quedó también muy bueno) y los trocitos muy pequeños de la naranja confitada. Mezclar todo bien.
Untaremos el molde con mantequilla y volcaremos la mezcla anterior. Meteremos en el horno que ya tendremos precalentado a 170º durante 40 minutos.
Dejar enfriar, desmoldar y adornar con frutos rojos, arándanos e incluso he visto en blogs que simplemente con azúcar glass.
¿y que deciros? simplemente espectacular, mucho mejor comer de un día para otro, fresquita de la nevera.
Bon profit !!!