Días después de haberse visto las caras en el encuentro de vuelta perteneciente a una de las semifinales de la Copa Italia, Milan y Juventus escribieron el vigésimo noveno capítulo de la apasionante batalla que los tiene a ambos disputándose el Scudetto y como hace una semana hicieron muy bien su trabajo y conservaron sus respectivos puestos de líder y escolta.
También como hace siete días, la particularidad estuvo dada en que nuevamente fue el cuadro que conduce Massimiliano Allegri el que jugó primero, lo cual hizo el dirigido por Antonio Conte, consciente de la victoria de su oponente en la disputa, saltara al campo siete unidades por debajo y con la presión de tener que ganar si o si para no hipotecar definitivamente sus opciones.
Un tanto mermado por la baja de Robinho, quien dolorido en un tobillo fue resguardado como ante Parma, el Milan esta vez expuso su condición de líder ante la Roma, equipo ante el que sumó su cuarta victoria consecutiva (sexta en los últimos ocho encuentros) imponiéndose con justicia y contundencia pero sin nada de brillo (2-1).
En el marco de un encuentro que como espectáculo fue realmente decepcionante y en el que la Roma jugó a no perder y redondeó una actuación sumamente deficiente, el once “Rossonero” se impuso otra vez gracias a Zlatan Ibrahimovic, quien mostrándose nuevamente decisivo convirtió los dos goles con los que el equipo dejó sin efecto el tanto marcado por Daniel Osvaldo al filo del descanso.
Lejos del nivel de juego que supo exhibir semanas atrás, el Milan ahora deberá pensar en su compromiso del próximo miércoles ante el Barcelona correspondiente a los cuartos de final de la Uefa Champions League, el cual afrontará bastante más reforzado pero sin el lesionado Thiago Silva.
Ya en domingo, la Juventus se exigió igual e incluso más que el Milan y con menos comodidad de la que indica el resultado final derrotó al Inter (2-0), que en plena crisis de resultados le presentó muchísimas más dificultadas de las esperadas.
Bien marcado Andrea Pirlo, de actuaciones siempre sobresalientes, la Juve se encontró atascada de tres cuartos de cancha en adelante y halló claridad muy pocas veces, razón por la cual recién pudo destrabar el tramite en el complemento, gracias a un cabezazo del uruguayo Martín Cáceres a la salida de un tiro de esquina.
Ya en ventaja, el equipo aumentó su renta gracias a Alessandro Del Piero, quien soñando con una despedida del fútbol profesional con el título bajo el brazo capitalizó un muy buen pase de Arturo Vidal y vulneró con maestría a Julio Cesar.
A falta de nueve jornadas para el cierre, perseguido y perseguidor siguen sin darse tregua. Como no lo hicieron durante toda la temporada. Por el momento, la diferencia sigue siendo de cuatro puntos.