Revista Ciencia

Milano negro, el todoterreno

Por Kiqueruiz
Milano negro, el todoterreno
La alimentación del milano negro (Milvus migrans) es bastante variada, lo que le permite ser un animal que se adapta muy bien a cualquier tipo de entorno.
Aunque caza mal es bastante carroñero, captura peces y animales enfermos o moribundos, también come pequeños mamíferos, insectos grandes, reptiles y otras aves.
Es una rapaz estival que llega a la Península Ibérica, llega sobre el mes de marzo desde África y casi siempre se instalan en los mismos lugares de cría de los años anteriores.
La pareja realiza espectaculares vuelos de cortejo. Construyen el nido en lo alto de un árbol a base de ramas, restos de pelo, raíces, a lo que añade plásticos, papeles y otros restos. La puesta es de dos a cuatro huevos que son incubados por la hembra.
Se caracterizan por las plumas de su cabeza blancuzcas rayadas de marrón oscuro. Dorso pardo oscuro. Cuello más claro. Pecho, abdomen y cobertoras inferiores de alas y cola, rojizos. Las alas por encima son pardo oscuro, el pico negro y las patas amarillas.
Son relativamente gregarios. A finales del verano, se observan grandísimas concentraciones  en vertederos, muladares o dormideros.
Es espectacular verlos volar intentando arrebatar la comida a otras rapaces o a miembros de su misma especie.
Milano negro, el todoterreno
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