Vista desde Milo
De todas lasciudades sobre el Jónico, Milo, en la provincia de Catania es la que goza de lamás amplia vista al mar, a 750 metros de altura. Desde la plaza Belvedere sepuede ver Taormina y Calabria al nordeste y el golfo de Catania y Augusta haciael sudoeste. Detrás, el Etna, con sus densos humos y penachos de sus últimas y nopoco frecuentes erupciones. Este pequeñopueblo de apenas 1000 habitantes, inmerso en el verde de bosques de robles ycastaños, ha creado un ambiente verdaderamente único. Su posición en altura ypanorámica hace que sea muy visitada en verano, cuando se escapa del calor dela ciudad. Allí, el aire refrescante, el paisaje maravilloso y las atraccionesculturales sorprenden al turista, sobre todo, por tratarse de un pueblo tanpequeño.Milo es una delas localidades más altas del Etna, lo que ha hecho que sus viñedos y susbosques fueran “visitados” varias veces por la señora de la casa: la lava.Parece extraño, pero el Etna está en el espíritu de los habitantes, temido yamado por su doble cara. De un lado la fertilidad del terreno, la abundancia deagua mineral y la belleza del paisaje; del otro, la montaña (como llaman loslugareños al Etna) que señala los límites: hasta dónde se puede llegar, quézona habitar y cómo y qué construir.Visitar Milo enverano
Milo en verano
En los meses deverano Milo ofrece una nutrida agenda, con manifestaciones que se repiten año aaño. Una de ellas es la noche de agosto dedicada a la Venere di Milo, históricoconcurso de belleza, acompañado de espectáculos musicales y desfiles de modas. Entrejulio y agosto hay un concurso de obras teatrales, que se desarrollan ya sea enel teatro municipal, en el anfiteatro al aire libre o en la plaza Belvedere. Alganador le es asignado el premio Angelo Musco.También en estosmeses se presenta el festival MusicaMilo, cada semana dedicado a un tipo demúsica: desde la típica música siciliana hasta tangos y música clásica; siemprecon músicos y conjuntos en vivo.El Etna desde Milo
En septiembre, laViniMilo despide el verano. En esta ocasión se presentan todos los productoresde vino locales, con stands, visitas guiadas y degustaciones.Llegado elinvierno, Milo, a veces, se cubre de nieve; pero no faltan los concursos, lamúsica y el festejo de las tradiciones.No faltaniniciativas que, aún durante los meses invernales, visitar Milo sea un placer.