Por la foto, perfectamente podríamos pensar que estamos hablando de Star Wars. Pero no es así, la protagonista de hoy es una de las lunas de Saturno, Mimas. El satélite fue descubierto en 1789 por el astrónomo William Herschel, conocido por el descubrimiento de Urano y otros cuerpos celestes como lunas, nebulosas y galaxias. Algún día tendremos que dedicarle una entrada a Herschel, un gran astrónomo y músico.
Al principio, este satélite fue conocido como Saturno I. Este nombre no se debe a que fue el primero en ser descubierto, sino que en aquel momento era el satélite más cercano al gigante de los anillos. Actualmente, se encuentra en décima posición. Mimas sólo tarda 22,5 horas en dar una vuelta, mientras Fornjot, la más alejada de las lunas, tarda 1.354 días en dar una vuelta. El nombre proviene del gigante de la mitología griega, Mimas, hijo de Gea y Urano.
La luna tiene un tamaño significativo. Su diámetro es de 397 kilómetros y posee una densidad de 1,19 g/cm3. Esto hace pensar a los científicos que está formado, mayoritariamente, por una mezcla de agua congelada y rocas. Sin embargo, en las profundidades de Mimas, puede ocurrir otros fenómenos. Los astrónomos barajan dos posibilidades: el núcleo es de agua congelada y tiene forma de balón de rugby o el agua está en estado líquido y se trata de un océano subterráneo. La más probable de las opciones es la segunda, pero no se ha observado actividad geológica que lo confirme. Cuando hablamos de actividad geológica nos referimos a géiseres y criovolcanes como los presentes en Encélado (otra luna de Saturno) o Ceres.
Volviendo a la superficie... A pesar de que Mimas es un cuerpo lleno de cráteres, hay uno que nos llama la atención. Este cráter tiene un diámetro de 130 kilómetros y se llama igual que su descubridor, Herschel. Si no fuera por este detalle, Mimas no se nos parecería en nada a la Estrella de la Muerte. Sin embargo, está ahí y yo he sido el primero en sorprenderme de su extraordinario parecido.
Pero, ¿quién es el responsable de este impacto? La comunidad científica piensa que se trató de un cometa de unos 5 km de diámetro que impactó contra Mimas a una velocidad de 31 km/s. Ayer hablamos de los centauros y, aunque queda claro que no era de este tipo, a lo mejor sufrió su mismo destino. Debido a la cercanía de la luna con su planeta, es imposible que el cometa haya impactado contra esta sin caer en la atracción gravitatoria del astro. El impacto con el cometa fue tan fuerte que produjo grietas en las antípodas a la zona de impacto. Si se llega a tratar de un cuerpo de mayor diámetro o llega a tener mayor velocidad, Mimas se hubiese fragmentado en cientos de trozos y hoy no estaríamos hablando de esta luna.
Las primeras fotografías cercanas a la luna las obtuvimos en 2004 gracias a la sonda Cassini, fotografías que volvió a realizar en 2010. Estas imágenes descubrieron que Mimas es uno de los satélites con más cráteres del Sistema Solar y que son tantos que los nuevos cráteres solo se pueden forman dentro de los viejos. Este proceso se llama saturación. Lo más probable es que la mayoría de los responsables de estos cráteres sean fragmentos de roca que se han alejado un poco de los anillos y han acabado impactando con el satélite. Para descubrir más cosas sobre nuestra estrella de la muerte, habrá que esperar a que Cassini vuelva a visitarla.