Mini Review – Animatrix

Mini Review…por César del Campo de Acuña

Animatrix (The Animatrix – 2003)

Cuando se estrenó Matrix en España tan solo contaba 17 años. No hace falta que les vuelva a contar el profundo impacto que la película de los hermanos Wachowski causo en mí joven yo. Pero el tiempo, inevitable e invariablemente, pasó. Las cacareadas secuelas tardaron en llegar demasiado para aquel entonces y la llama de mi interés por aquel universo se extinguió. No totalmente, debo decir, ya que pase por taquilla para ver la segunda y la tercera entrega cinematográfica de la franquicia olvidando completamente la colección de cortos animados Animatrix. ¿Cuáles fueron los motivos para que me desentendiera de la cita antología? ¿Quizás mi falta de interés en la animación en aquella época? Podría ser…pero no, la principal causa fue una mala opinión. Esta provenía de un tipo que respiraba y sudaba Matrix; no había una conversación que no terminara derivando a su obsesión y por eso acepte como valido el vapuleo verbal que le dio a la cinta producida por los Wachowski. Ahora y tras haber podido ver Animatrix, 14 años después de su estreno, me doy cuenta de que aquel chico no sabía de qué hablaba y no creo equivocarme cuando afirmo que tampoco entendió la propuesta.

Animatrix expandía el universo Matrix por lo que la película solo podía estrellarse contra aquellos que solo querían ver a Neo y al resto de tripulantes del Nebuchadnezzar como era el caso del chaval citado en el anterior párrafo. Puedo añadir, en mi defensa o en mi ofensa (según se mire), que no solo fue la desafortunada opinión del chico lo que hizo que desechara la idea de ver el film; el corto que se utilizó para vender la propuesta a ojos del público, El último vuelo de Osiris, estaba realizado con CG y cualquier cosa, en términos animados, que no fuera animación tradicional me hacía torcer el gesto. Pero ya saben, no hay mal que el tiempo no cure, y tras enfrentarme a The Animatrix solo puedo decir que me ha gustado y mucho. Para empezar, y como comentaba al comienzo de este mismo párrafo, me entusiasmó que se expandiera el universo con nuevos personajes y relatos que enriquecieran el trasfondo de lo que nos golpeó en 1999. Por otro lado esta antología es muy rica gráficamente; Cada uno de los cortos está dirigido por un director diferente y eso se nota en la narrativa visual de cada episodio.

El corto que menos me gusto fue el ya mencionado El último vuelo de Osiris. Pero el trabajo realizado por Andrew R. Jones (un reputado especialista en efectos visuales con créditos en films como Titanic, El libro de la selva y Avatar) no puede ser minusvalorado. Que personalmente no me guste el CG y que el utilizado en esta propuesta no haya envejecido especialmente bien no le quita valor dado a que se trata de uno de los primeros ejemplos de narrativa transmedia que puedo recordar. Este capítulo de Animatrix sirve como precuela de Matrix: Reloaded y Matrix: Revolutions y además establece un nexo de unión con Reloaded gracias a la continuidad que se le da a la historia presentada por los Wachowski y Jones en el videojuego Enter the Matrix. Por otro lado, y a pesar de que suelo afirmar que prefiero que los cineastas, escritores y guionistas en según qué proyectos dejen volar la imaginación del espectador/lector sin darle más información de la necesaria, el corto divido en dos partes, El segundo renacimiento (de Mahiro Maeda), que se encarga de contar el ascenso de las máquinas y como los hombres destruyeron el cielo, ampliando lo contado por Morfeo en Matrix, resulta sobrecogedor.

Otro corto que me pareció superlativo fue Más allá (Beyond) de Kōji Morimoto (Akira entre otros trabajos). Este relato, en lugar de contar algo sobre los personajes o la historia apocalíptica del mundo cuenta como las maquinas lidian con los bugs y como estos afectan a los humanos atrapados en Matrix. Más allá de que la animación me pareció riquísima, la historia me resulto terriblemente original. Otro de los cortos que me entusiasmo fue Record Mundial; el planteamiento de como un hombre es capaz de romper el encarcelamiento en Matrix rompiendo las barreras físicas me dejo alucinado por lo que solo puedo aplaudir el trabajo de Takeshi Koike y Yoshiaki Kawajiri. Matriculado de Peter Chung (Aeon Flux) también me pareció una pequeña, y psicodélica, maravilla en la que se plantea la humanización de las máquinas para convertirlas en aliados por medio de una conexión más cálida a Matrix. Una historia de detective e Historia de un chico, ambos de Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop) me gustaron igualmente pero al contar con la presencia de Trinity y Neo, respectivamente en ellos, me pareció que se alejaban demasiado del concepto tras esta antología animada de expandir el universo Matrix.

El último que me queda por citar es Programa de Yoshiaki Kawajiri. Visualmente es espectacular y la acción está narrada de manera increíble. La trama gira entorno a los deseos de regresión a Matrix (lo que ya vimos con la traición de Cifra en la primera película) por parte de un rebelde, el cual le confiesa sus intenciones a una de sus compañeras durante un entrenamiento en una sala programada como el Japón feudal. Personalmente lo encuentro el menos sorprendente al estar presentado sobre dos conceptos que ya hemos visto. En general y para terminar, solo puedo volver a recalcar que he disfrutado enormemente con Animatrix, una propuesta diferente y original que enriquecía de manera sobresaliente un universo fascinante que, desafortunadamente, quedo minimizado por la sobreexplotación, la parodia y la distancia temporal entre el revulsivo que supuso Matrix y sus secuelas. Si los Wachowski hubieran logrado estrenar una película cada año desde el estreno de la original quizás el recibimiento de las continuaciones no hubiera sido tan frio. Hoy en día 4 años de distancia puede parecer poco, pero en un mundo en el que solo los más afortunados tenían ADSL era una eternidad insalvable para la paciencia de los espectadores.