Esta semana os traigo una recetita muy sencilla y para la que no necesitaréis muchos ingredientes ni demasiados utensilios. Está inspirada en las recetas “raw” o “crudas”. Recetas en las que los alimentos no se someten a altas temperaturas, únicamente se tratan al natural o con procesos de deshidatración, fermentación.. etc, conservando así todas sus propiedades.
Podéis leer mucha más info de este tipo de cocina aquí.
Ingredientes para una mini tarta (2 personas) (Tiempo de preparación total: 1 h)
- 2 Weetabix (cereales de trigo entero, más info en esta receta)
- 12-14 dátiles
- 50 ml de agua
- Zumo de medio limón
- 250 gr de yogur griego
- 4 cucharadas de sirope de ágave: 1 para la base y 3 para el yogur.
- Pizca de canela
- Adornos: ralladura de limón y menta
Pasos
1. En primer lugar desmenuzaremos los Weetabix con las manos en un bol. Si los dátiles estuvieran demasiado duros, los pondremos en remojo durante 30 minutos; así podremos desprender mejor la piel. Para hacer la mezcla utilizaremos las manos. Pelaremos los dátiles y sacaremos la carne, separandola del hueso y de la piel. Una vez tengamos todos pelados nos desharemos también de las partes más duras; en la masa sólo deben quedar las más blanditas, para que podamos mezclarlos y crear una bien homogénea.
2. Añadiremos el agua, canela y una cucharada de sirope de agave y mezclaremos bien hasta que quede una textura pegajosa pero uniforme. Con la ayuda de una paleta o cuchara la extendemos en un molde o aro.
3. Meteremos la base al congelador durante 10 minutos para que endurezca un poco. Mientras tanto mezclaremos en otro bol un yogur griego con el zumo de medio limón y añadiremos las dos cucharadas de sirope de agave.
4. Una vez realizada la mezcla la meteremos también en el congelador durante 20 minutos, tras los cuales la extenderíamos por encima de la base en el molde, el cual volveríamos a meter en el congelador durante otros 10 minutos más para que cogiera forma.
Otra opción sería utilizar láminas de gelatina neutra, que hidrataríamos y añadiríamos a esta mezcla, la cual verteríamos sobre la base y dejaríamos 2-3 horas en el frigorífico.
Yo preferí que el yogur permaneciera cremoso, sobre todo aprovechando que la iba a comer nada más hacerla. Para que aguante más debemos utilizar un molde cerrado o también algún espesante o gelificante cómo os comentaba, ya que sino la mezcla de yogur griego y limón se terminará cayendo hacia los lados.
5. Para decorar, y mientras tenía la tarta en el congelador, rallé la corteza del limón y la corté en tiras, una de ellas, la más finita, la enrollé en espiral. Las otras en círculos. También añadí dos hojas de menta, que quedan genial en los platos de postres
6. Para terminar sólo tendréis que quitar el aro con cuidado; también la podéis hacer en un molde de cristal o vasito cerrado y presentar directamente, de esta forma el yogur griego sí que os aguantará varios días sin necesidad de añadir gelatina.
¡Espero que os haya gustado!
¡Hasta la próxima semana!