Revista Deportes

Minucioso análisis acerca de la realidad del fútbol argentino

Publicado el 18 julio 2014 por D10
Se acabó la fiesta. Pasar de Brasil 2014 al Javier Ruiz Inicial Final 2014/2015, pasar de Sabella a Bianchi/Ramón, pasar de Masche a Bernardi/Banega, genera poco entusiasmo. Además, ha salido todo tan bien (según las intenciones de este blog aunque, calculo, no por su mérito) que estaría bueno un tiempo de silencio y disfrute, introspección y embutidos, pero no quisiera dejar ni un motivo para que nadie dijera que me tomo vacaciones para no hablar del cambio de paradigmas que acabamos de presenciar en el fútbol argentino.
Se ha concretado por fin el anhelo de nuestro fútbol. Ya es un hecho que para ser futbolista hay que ser barullero, tribunero, un poco tonto, hacer bien las mímicas de tocar la guitarra... Resumiendo: Hay que elegir a los futbolistas según el criterio con el que se eligen vicepresidentes. De modo que allá vamos encaminados en un frente hacia la segura victoria.
Aún, qué bueno poder respirarlo, hay un aire de esperanza, especialmente de parte de algunos mediáticos. Tal es el caso de El Vitor que, después de corroborar que no ha quedado embarazado, hizo fuertes declaraciones sin lenguos en la pela:

Si sabrá de nazismo, de persecusión de ideas, de censura. Si sabrá de avalar la destrucción. La voz de un experto.
En fin.
Tenemos mucho por celebrar en estos días, aunque tengo la sensación de que mi obelisco está poco iluminado, o algo, el asunto es que no llegamos a contar con muchedumbres. Estoy empezando a sospechar que alguien construyó un embudo de grandes dimensiones, tal vez electromagnético, hacia el que apuntan todas las calles, y que desemboca en el otro obelisco, el de Martín Souto y CIA. O capaz yo le erré de obelisco porque tampoco nos vamos a creer qué.
Por otra parte, hay un buen número de personas que ya anda a los saltos como maíz en la sartén con el asunto del Riquelme abichado y del pobre Angie (el presidente de Boca) que no encuentra farmacia de turno pa' conseguir antiparasitario, que lo necesitará en grandes dosis, más allá de Riquelme, debido a los muchos jugadores que han llegado a reforzar la plantilla.
En realidad, nadie se preocupa demasiado por el futuro de Boca, equipo grande que tendrá las mismas chances de obtener resultados aún sin el crack de Don Torcuato. La mayor preocupación es el socavón que la ida de Riquelme deja en el club, y que los hinchas de los otros clubes, crueles como chicos de primaria, ya están preparando el cantito de "Boca socavón".
En fin.
Habrá que estar atentos a ver qué nuevas sorpresas nos depara nuestro fútbol y sus espiralados y cada vez más vastos alrededores. Por lo pronto, como le dije recién a un chabón que comentó en la entrada anterior, es acomodarse en el sofá, entrecruzar las manos tras la nuca, vermú con papafritas y dog chow.

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