Revista Cultura y Ocio
Empiezo el 2016 con algunos propósitos. No sé si son buenos o malos pero son los que me apetecen. Teniendo en cuenta que el de 2015 era no morir en el intento, creo que he avanzado muchísimo.
Beber másO lo mismo. Quiero vino blanco del que entra solo y me hace sentir como una señora mayor inglesa. Quiero vino tinto de color intenso y sabor poderoso, vino del que me encanta y me dejará una resaca horrible. Quiero mojitos y margaritas para hacer el tonto y gintonics para charlar y reírme.
Esparcir amorEn mi nueva fase de Mrs. Robinson y purpurina, esta frase tiene una connotación sexual que me parece muy muy adecuada y estoy muy muy a favor.
Cambios de tiempoEl calentamiento global me está reventando el ciclo estacional que adoro y me da la vida. Si en Madrid no llueve y no hay nubes, iré a buscarlas. Si en Los Molinos no nieva y hace frío me meteré en el coche y conduciré hasta un lugar dónde pueda ponerme guantes y calarme el gorro hasta las cejas. Llevo el coche lleno de abrigos para ir en busca del viento. En verano renegaré del calor y disfrutaré de ir descalza.
Disfrutaré de todoDurante un año la Nada casi me come, una Nada gris y espesa que hacía que me diera igual todo.
Nunca más.
Hacer planes que sólo dependan de mí.No estoy en contra de planes con gente, pero siempre y cuando sea gente de confianza, gente de la que te puedas fiar, gente que si dice que irá, sé que estará allí. Gente en la que confío. Nada de mierdecillas de "ya veremos", "es que no sé", "me gustaría pero".
Tengo muchos planes para este 2016 que empiezan ya. Leer mucho, escribir infinito, llevar solo un retraso de un mes en mi lectura del New Yorker, comprar condones, viajar a Bilbao a ver una expo, ir a Lyon aprovechando una oferta de billetes, ir a Grecia de vacaciones en junio y a Francia en agosto.
Casi lo olvido, quiero empezar a leer poesía.
Perfeccionar el exquisito arte de la siestaConcretamente quiero perfeccionar la técnica de la siesta por placer. No descarto la modalidad en pareja, aunque puede ser deporte de riesgo.
Correr riesgos.Sí, sí, sí.
Otra cosa es un aburrimiento. Lo mismo me compro algo rosa.
Aceptar mis limitaciones.No sé envolver, divido con dificultad, soy completamente incapaz de secarme bien al salir de la ducha, no sirvo para la charla intrascendente y la prudencia no está entre mis dones.
Aceptar la incertidumbre.Soy muy organizada y previsora, pero me estoy quitando. Esto es arriesgado porque me lleva a encontrarme sin ropa interior limpia y descubrir que el papel higiénico se ha terminado en el peor momento posible. Por otro lado, vivo más relajada.
Enfrentarme a mis miedos.Solo tengo dos miedos: los gatos y morirme ahora que estoy feliz. No voy a enfrentarme a ellos, los gatos pienso obviarlos completamente porque son innecesarios y con la muerte voy a confiar en que por lo menos me aguante hasta los 52.
Todo lo demás lo tengo superado teniendo en cuenta que no pienso bucear. Dos miedos son muy pocos. Soy una valiente.
Divertirme muchísimo. Esto suena espantosamente "happy people" pero ahora mismo estoy tan contenta que me descubro a mí misma sonriendo en el coche a las 8 de la mañana mientras voy a los libros de colores. Soy feliz al despertarme, es imposible que no me divierta.
Empezar de cero con todas mis fuerzas porque soy una chica con suerte.
La tira es de Grant Snider.