Revista Cocina
Os presento mis primeras mollejitas, creo que, modestia aparte, me han salido de rechupete.
En otra ocasión ya metimos en la cajita las mollejitas al ajillo, pero éstas no las hice yo, mi padre que también tiene mucha mano con la cocina y le encanta nos prestó su receta. Yo cuando voy a su casa me encanta que me las prepare y ya iba siendo hora de hacerlas yo y siendo hoy el día que es ¿no os parece?
Os tengo que decir que repetiré... y por cierto, no os preocupéis al pensar en que a los niños no les gustará, de eso nada, también les chiflará con esta salsita tan rica de toma pan y moja ;-)
Ingredientes:
- 500 gr. de mollejitas de pollo
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1/2 pastilla de caldo de pollo
- 150 ml. de vino blanco
- agua caliente
- harina
- 2 cucharadas de tomate frito
- granos de pimienta
Preparación:
Primero de todo limpiar bien la grasilla de las mollejas y trocearlas un poquito, normalmente si las compramos envasadas vienen bastante limpias. Salamos y enharinamos levemente.
Freímos en una cazuela con un chorro de aceite hasta que doren.
Retiramos y en el mismo aceite pochamos la cebolla y el ajo bien picados con un poquito de sal.
Añadimos las mollejitas y rehogamos un par de minutos para que coja los sabores.
Añadimos el tomate frito, removemos y añadimos el vino blanco (templado al microondas). Espolvoreamos con la mitad de la pastilla de caldo de pollo y dejamos cocer a fuego vivo un par de minutos para que se evapore el alcohol y coja sabores.
Incorporamos los granos de pimienta y el agua un dedo por encima de cubrir.
Cocemos a fuego suave mas de una hora, hasta que estén tiernas.
Queda una salsita fina, fina y muy reducidita, deliciosaaa!!